Milenio Puebla

CÓMOLIARLA EN EL MUNDO DEL ARTE

En 2015, el cineasta John Waters ofreció un discurso en torno a su trayectori­a artística en la escuela de diseño de Rhode Island. Anagrama reprodujo la charla en un libro ilustrado y el resultado es un ejemplo de irreverenc­ia que inspira

-

Un día como hoy, pero de hace tres años, John Waters intercambi­ó sus coloridos trajes por una toga negra y un birrete a juego para asistir a la graduación de un numeroso grupo de futuros licenciado­s de diseño. En la ceremonia, el referente de la “cultura basura” fue nombrado doctor honoris

causa en Bellas Artes y le concediero­n un espacio para dirigirse a los estudiante­s con un mensaje alentador. El director de PinkFlamin­gos (1972) tomó su lugar detrás del atril, se colocó sus gafas de pasta, acomodó los micrófonos y dio lectura a un sermón honesto y desenfadad­o con el que, a través de sus fracasos, anécdotas e inquietude­s, traspasó los límites del alumnado hasta colarse en los oídos de toda la audiencia: “Yo no he cambiado. La sociedad sí. ¿Quién iba a imaginar que una universida­d de primera invitaría a un viejo asqueroso como yo para que sirviera de ejemplo a sus alumnos?”

Con citas tan irónicas como contundent­es, el artista originario de Baltimore, Maryland, expuso la combinació­n idílica entre madurez y frescura de alguien que ha sobrevivid­o y se mantiene en el sendero de la escena artística. Derivado de esto, a la par que extendía una invitación concreta a “ponerlo nervioso” con propuestas innovadora­s, aclaró la importanci­a de la disciplina en cualquier materia artística y la necesidad de conocerla a fondo para, después, romper sus reglas. Así lo sentenció: “La labor del arte contemporá­neo consiste en destruir lo que había antes. ¿Se puede aspirar a un trabajo mejor?”.

Waters no se contuvo en remarcar las aristas del mundo del arte; también evidenció la trascenden­cia cultural que puede alcanzar una obra que entiende y evidencia su contexto social, “Hairspray (1988) es la única película realmente astuta que he hecho nunca. El musical basado en ella se representa en casi todos los institutos de Estados Unidos… y nadie parece darse cuenta de que se trata de un espectácul­o en el que dos hombres se cantan una canción de amor y que incita a las adolescent­es blancas a salir con chicos negros… es un caballo de Troya: se coló en la América profunda y nunca la pillaron. Ustedes pueden hacer lo mismo”. Incluso hizo referencia al panorama económico que rodea al arte y persuadió a los alumnos a estar cerca de aquellos que puedan invertir e impulsar su obra, así como estar atentos y alejarse de los acaudalado­s “pobres de espíritu”, que carecen de curiosidad, son dogmáticos e impermeabl­es al cambio. Entonces, se dirigió a los padres de esos graduados y les pidió comprensió­n para sus hijos, libertad y apoyo incondicio­nal: “La tregua de la madurez llegará a las familias si todos los miembros tienen paciencia.”

Al escritor, nacido el 22 de abril de 1946, le bastaron poco más de 12 minutos para formular una retahíla motivacion­al que resumiera las herramient­as a considerar para cualquiera que imagine su futuro sumergido en el quehacer creativo. Los editores de Algonquin Books of Chapel Hill se dieron cuenta de eso y en 2017 transcribi­eron las palabras de Waters en el libro Make

Trouble. El sello Anagrama hizo lo propio para el público hispano y lanzó Cómo

liarla, libro de 74 páginas traducido por Damià Alou, que se desprende de la colección Contraseña­s Ilustradas y fue complement­ado con el trabajo del artista estadunide­nse Eric Hanson, quien en 2010 ilustró RoleModels, un compendio de entrevista­s y perfi les de los “héroes” de John Waters.

En Cómoliarla (disponible en México) vale la pena digerir los tradiciona­les españolism­os con los que las ediciones de Anagrama nos llegan y dejarse envolver por las palabras de John Waters para sacudirse las limitacion­es propias, los miedos y la idea de lo políticame­nte correcto. Luego, salir a la calle con la mente ávida de novedad, la imaginació­n como brújula y disponerse a crear o entender a quienes invierten su vida en ello. Este libro puede colocarse junto al retrete por la naturaleza de su autor y por la brevedad de sus textos, pero de preferenci­a debería colocarse en todas las biblioteca­s de las escuelas de arte y en los estantes de aquellos artistas temerosos que se limitan a idolatrar a quienes aprenden a “liarla” en el camino de la acción. Tres sentencias del Pervertido­delpueblo para que destrabes tu creativida­d

1. Espero que los hayan enseñado a no tener miedo al rechazo en nuestro lugar de trabajo. Recuerden que un “no” es gratis.

2. Una carrera artística es como un viaje de autoestop: lo único que necesitas es que alguien te diga “entra” y ya estás en marcha.

3. Hoy podría ser el final de nuestra delincuenc­ia juvenil, pero también debería ser el primer día de nuestra nueva desobedien­cia adulta.

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico