Picaditas de huevo en Picadilly Circus lenguaje patibulario y purulento, en ese pasado que lo condena, en los laberintos de la corrupción y las estafas maestras. O sea, hasta RickyRicón se pelió con los Calderón, y edípicamente a hasta su jefecita se mie
a imagen es pública y notoria: el candidato Mit a punto de dar un
juangazo porque se le movió la silla en que se iba a sentar como metáfora de su fallidísima campaña presidencial. Dicen los estudiosos que todo es culpa de él por no haber cometido el parricidio fundamental con Peña Nieto. Por alguna extraña razón se negó a romper el cordón umbilical y aceptó, con mansedumbre por miedo a que lo acusaran de autoflagelarse, todos los mandatos de Los Pinos, incluyendo los de sus pilmamas: Lozano, Aurelio, Eruviel y un montón de inútiles que, envidiosos, se creen mejor que él y se la han pasado serruchándole el piso. En vez de buscar rutas nuevas y frescas, #YoMero se quedó atrapado en las encrucijadas autoritarias del PRI, en su de la tercera edad que es AMLOVE, al mismo que veías con conmiseración por no saber manejar, ahora me lo regañan y ningunean por intentar llevar una bonita relación con una jovenzuela que es México, solo porque ya está muy decrépito, muy gagá, prácticamente incapacitado hasta para echarse su viagra.
Los chavorrucos de Mit deben temerle mucho a la onda geriátrica.
O sea, de veras, Don Pepe, ya no vas a ganar ni yendo a bailar a Chalma, pero por lo menos cae con dignidad y no protagonizando spots como el de la chaira arrepentida donde la pobre protagonista, encarnando todos los estereotipos y clichés posibles del rojillo promedio, reniega de López y en un salto cuántico-cómico-ideológico-musical como de antiniña bien, rapea aquello de “Todos juntos seremos testigos de cuando gane el que tiene vitiligo”, al tiempo que la cara de Pepepepepepepepepé se reproduce en la pantalla en todo su esplendor. O sea, ¿a qué hora se rompió el turrón?
Yo digo que para ganar un mendrugo de simpatías antes de que se la gane Yunes y la use para que el orgullo de su nepotismo llegue al poder, Mit se lance a Londres y cuando Karime Macías salga a tratar de conseguir zacahuil, bocoles o picaditas de huevo en Picadilly Circus. O cuando la reina del “merezco abundancia” vaya a pedirle azúcar a su vecina, la Reina Isabel, al Palacio de Buckingham, a ver si le chinga una corona, un terrenito o uno de los elementos de la RoyalGuard.