¿ Adicción o codependencia?
M ás allá de los términos clínicos y basado en mi experiencia en la consulta privada, observo con preocupación que cada vez existen más casos de “relaciones tóxicas”, adicción a personas o codependencia en relaciones de pareja, que, además de toda la complejidad en el plano emocional que presentan, muchas veces si no son atendidas con oportunidad, pueden derivar en situaciones extremas o fatales.
En mi observación, una forma de adicción es la necesidad de controlar, perseguir o rescatar a otra persona, igual que el deseo imperioso de ser controlado, perseguido o rescatado por otra persona, siendo ambas las dos caras de un síndrome llamado codependencia sobre el cual el lector podrá encontrar mucha literatura oficial en librerías y en internet.
En México, los grupos de codependientes anónimos o divorciados anónimos u otros nombres similares con los que operan, reciben a personas que están tratando de superar un duelo o terminar un ciclo de una relación que se ha vuelto patológica, ya sean viudos, divorciados, abandonados o novios que han concluido su relación, todos ellos con características muy similares como la necesidad de controlar o ser controlado por alguien más, la imposibilidad a decir que no a la otra persona, el autoestima basado en la aprobación del otro, las promesas de cambio, la impotencia para tomar distancia, el miedo a quedarse solo y otras variables dentro de las cuales se puede presentar violencia física, psicológica e incluso financiera.
Aunque, afortunadamente, existen estos grupos de ayuda mutua, aun son muy pocos e insuficientes, además de que a título personal existe mucho miedo de parte de los posibles prospectos a pedir ayuda, por lo que es más frecuente que en los casos que llegan a solicitar auxilio lo hagan en la consulta privada, para lo cual independientemente del abordaje, sería recomendable que se hiciera un encuadre de esta realidad llamada codependencia.
En pláticas o talleres en los que comparto sobre este particular, suelo usar un símil diciendo que la codependencia comparte muchas características con la adicción a una sustancia, ya que así como el enfermo adicto perdió el control sobre su droga de preferencia y es incapaz por sí mismo de alejarse, además de lo doloroso que puede llegar a ser el síndrome de abstinencia, así la persona que ha desarrollado una patología con su pareja, parece dominada por los efectos de la relación y su imposibilidad de darla por terminada de forma razonada.
Este fenómeno lamentablemente comienza a darse desde los noviazgos a muy temprana edad, aunque también los vemos en parejas de muchos años de relación, por lo que además de ser un tema de mayor recurrencia en nuestra sociedad, las consecuencias que pueden llegar a ser fatales, hacen imperativa una detección temprana de los síntomas y una atención profesional de este síndrome.