no 10 no 15 sino 30 escorts
an miedo las encendidas reacciones en contra de la revista
TVNotas por parte de alguna sección extraña de la opinión pública solo porque publicaron la información sobre la
orgifiesta de los jugadores de la Selección Nacional que quisieron aplicar el clásico pasesito a la red antes de concentrarse mes y medio para conseguir el famoso quinto partido.
O sea, ni el dotor Mit la ha hecho tanto de tos porque le resucitaron los escándalos de Odebrecht; tampoco
Níquel Arriola ha armado show por la serie de triangulaciones millonarias que se encontraron en el IMSS bajo su notabilísima administración. Bueno, ni siquiera Javier Lozano se puso heavy
metal nada más porque en esta atalaya que tiene algo de cruz y del Pantera se le acusó de ser artífice de los spots en contra de los adultos mayores, representados por López Obrador. Él, a través del Twitter, me lo negó todo, incluso jurándolo por su jefecita, so pena de ser condenado a escuchar solo reguetón y a Ricky Ricón Anaya tocando su desafinando flautita de pan. Digo, ¿de qué estaríamos hablando ahorita si todo este showcito no hubiera sido reportado por TVNotas? De que el cierre de campaña del Peje, después de su abrazo de Acatempan con Claudio X. González, será en el Estadio Azteca (menos mal que no fue en el del Cruz Azul que está cerrado, si no es capaz de haberlo elegido); o de que el dotor
Mit está prácticamente desaparecido de la campaña electoral como si se lo hubiera tragado el espíritu del Subjefe Diego, solo que el candidato priista no ha ganado ningún debate; o de que
Chicken Little ha celebrado su paso por la Ibero como si hubiera ganado el concurso de jaripeo de la feria de Texcoco, mientras El Bronco afirma que de ganar lo incluiría en su gabinete… pero en calidad de traductor.
La cosa es que parece que no se comprende cualquier información que pudiera inquietar a nuestros seleccionados y a su afición por las horchatas de grueso calibre. Algo que me tocó vivir en el Mundial de Alemania donde a pesar de ser pública y notoria la capacidad de los jugadores para tirarse al vicio y la perdición, había una especie de pacto de silencio para que ellos pudieran jugar. Por eso resulta risible la afirmación de La Volpe cuando sostiene que bajo su jurisdicción ninguno de sus pupilos agarró por su cuenta las parrandas. Sí, claro.
Como quiera que sea, esta tradición debería de ser preservada de los arrebatos provincianos de las almas en pena que van arrastrando cadenas, sobre todo por el entretenimiento que nos proporciona el TRI más allá de las canchas. De hecho se podría decir que los espectáculos fuera de los estadios son mucho mejores que los que suelen ocurrir dentro de ellos. Esto tendría que ser tomado en cuenta por la FIFA.
Decir que este asunto es culpa del medio que dio a conocer la nota es una exageración. Si no quieres que te agarren como al Tigre de Santa Julia, no contrates más de 30 escorts, confórmate con 15, no seas atascado.