Lo que no es
En aproximadamente 15 días los mexicanos marcarán en su boleta electoral lo que es y lo que no es.
No es una campaña equitativa. Es un proceso en donde el ciudadano que busca ser un candidato independiente se enfrenta a mayores exigencias que aquellos afiliados o impulsados por un partido político; del presupuesto de campaña, ni hablamos, es peor.
No es un debate de ideas. Es una exposición de descalificaciones, motes y datos tergiversados que busca el engaño.
No es una carrera democrática. Es la mano negra de reducidos sectores en el poder que buscan bajo sus intereses influir en la opinión pública.
No es intención nacionalista. Es un absurdo miedo convertido en encono por ignorar la realidad y la historia; y hablo del sector “instruido”, con herramientas de información.
No es el sistema de partidos ideal. Es la canasta en donde persisten las manzanas podridas. En algunos más que otros (empezando por su dirigencia).
No es la acusación legítima que incrimina. Es la farsa de quien se siente perdido.
Lo que sí, es un país en franca evolución. Y la madurez duele. Con la mitad de un país abandonado a su suerte y cuya única y justificada preocupación es, ¿qué va a comer mañana? Y con el otro tanto, de mejores oportunidades que por pereza o ego no le apetece informarse, lo que nos queda es la reflexión personal, ¿qué aprendí de este proceso? De los ataques recibidos y enviados a través de las redes; yo, ¿cómo puedo ser mejor ciudadano y un mejor elector?
Si crees que la transformación vendrá de quien gane el próximo 1 de julio, lo que votes no valdrá un carajo y la evolución continuará lenta.
Lo que es, es un México pleno de gente buena. Lo que no es, es un México informado.