Milenio Puebla

De que se calló, se calló

- DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS

Sucedió en 1988, pero de que se calló, se calló.

Me refiero a la informació­n que sobre los resultados de la elección presidenci­al había comenzado a dar, esa misma noche, la entonces Comisión Federal Electoral, máxima autoridad comicial, presidida por el secretario de Gobernació­n, o sea, un empleado del Presidente de la República. Ese era el México de entonces.

Terminaba Miguel de la Madrid; el candidato del PRI era Carlos Salinas de Gortari; también competían Cuauhtémoc Cárdenas por el Frente Democrátic­o Nacional, Manuel de Jesús Clouthier ( El

Maquío) por el PAN y Rosario Ibarra de Piedra por el Partido Comunista.

¿Qué sucedió esa noche? Lo que consta en la informació­n que dieron las televisora­s, la radio y los periódicos. Puede usted recurrir a ellos.

Treinta años después, solamente lo niega un viejo político, curiosamen­te en ese momento militante del PRI, presidente de la Comisión Federal Electoral y secretario de Gobernació­n, por tanto, principal responsabl­e de la elección: Manuel Bartlett, hoy en el Partido del Trabajo y entregado a López Obrador.

La mucha edad puede llevarnos, más que a la mentira intenciona­l, al olvido por demencia senil. Por fortuna el suceso que comento cuenta con registros indubitabl­es.

Podrá comprobar, amable lector, que sería al filo de las 10 de la noche de la jornada electoral de 1988 cuando sorpresiva­mente la Comisión Federal Electoral suspendió la informació­n sobre los datos que venía recibiendo del país, porque Cuauhtémoc Cárdenas iba adelante. Yo representa­ba al PAN en dicha comisión y eso me informaron mis técnicos. Lo mismo me hizo saber Jorge Alcocer, por el Frente Democrátic­o Nacional. Le dije a Bartlett: “Se calló el sistema, (por fortuna del verbo callar) hágalo hablar”. Aproximada­mente cuatro horas después fluyó nuevamente la informació­n. La historia lo registra como la caída del sistema.

Sobre el móvil de ese silencio temporal hay dos hipótesis. Una, no comprobada, que en ese lapso el gobierno alteró actas de escrutinio; otra, que el gobierno esperó a tener datos que llevara como ganador al candidato del PRI, porque le era riesgoso esperar a la madrugada para que se revirtiera­n los resultados, lo cual no sería creíble para millones de electores.

El que ahora Bartlett (en solitario), después de cambiar militancia y trinchera que tanto disfrutó, niegue que se calló el sistema y que se trata de un invento mío, no me impide tener para él considerac­ión humana.

ADENDUM. “Cosas veredes, mío Cid”. La lucha por el poder suele atropellar los valores más caros de la civilizaci­ón, terminar con lo que por estirpe se ha heredado, lo que por ejemplo y educación se ha recibido, y el deshonor es aceptado. Un caso de hoy: M+A+C+P. Pronto lo constatará usted.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico