SRE: separar a familias, “cruel e inhumano”
Pide a la administración de Trump reconsiderar la medida y a la comunidad internacional no permanecer indiferente
México rechazó y condenó la política de cero tolerancia adoptada por Estados Unidos, que separa a familias migrantes sin documentos, y llamó a reconsiderar la medida porque es “cruel e inhumana”.
El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, subrayó que el gobierno federal ha actuado sin descanso para atender el caso de los niños mexicanos, promoviendo la rápida repatriación o reunificación familiar en ese país.
En conferencia de prensa detalló que a través de la embajada de México en Washington ya se entregó una nota diplomática y que se comunicó con los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, para expresar la condena y un exhorto a mejorar el proceso.
El canciller indicó que hasta ahora solo han identificado a 21 niños mexicanos separados de sus padres en los últimos dos meses, casi 1 por ciento del total Manifiesta su respaldo a los países del triángulo norte de Centroamérica; se reunirá con cancilleres (mil 995), porque la mayoría proviene de Guatemala, El Salvador y Honduras. “El gobierno mexicano, que quede muy claro, no promueve la migración ilegal, pero por convicción y obligación legal y constitucional no podemos permanecer indiferentes ante una situación inhumana y cruel. “Hacemos un llamado al más alto nivel para que (EU) reconsidere esta política y se dé prioridad al bienestar y a los derechos de los niños con independencia de su nacionalidad o situación migratoria”, sentenció.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores aclaró que México reconoce y respeta la soberanía de Estados Unidos y su facultad plena para decidir su política migratoria, pero que también tiene un deber moral y constitucional para garantizar la protección de los derechos, por lo que se trabajará de manera estrecha con Centroamérica para enfrentar esta difícil situación.
Sobre los menores mexicanos resaltó que la mayoría ya fue repatriada o reunificada con su familia, y únicamente siete permanecen a la espera en los albergues; también llamó a las autoridades estadunidenses a permitir y facilitar de inmediato la comunicación entre niños y padres, con el objetivo de aminorar los graves efectos de la política de separación.
Videgaray refirió que, ante este panorama, se refrendó la instrucción a los 50 consulados de México en la Unión Americana para mantenerse alerta las 24 horas del día en los albergues y centros de detección, con el fin de identificar los casos de manera expedita y brindarles la atención necesaria.
Señaló que esta semana se reunirán con los cancilleres de los países del triángulo norte de Centroamérica para coordinar una estrategia conjunta de atención, la cual México desplegó desde el momento en que se aplicó la política de cero tolerancia. “Es cierto que México no tiene facultades para ofrecer protección consular a los niños que no son mexicanos, pero sí tenemos capacidad institucional y, sobre todo, tenemos la voluntad para apoyar a los gobiernos y a los pueblos de estos tres países hermanos para enfrentar esta difícil situación”, comentó.
El secretario destacó el caso de una niña de 10 años que padece de síndrome de Down y fue separada de su madre, quien permanecía de forma irregular en EU; explicó que el consulado se dio a la tarea de contactar al padre, que es residente legal, para que puedan reunirse.
Asimismo exhortó a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales a expresarse de manera clara y no permanecer indiferentes ante esta situación, que calificó de inaceptable. “Quiero informar que a través de nuestras Misiones ante las Naciones Unidas, en Nueva York y en Ginebra, y ante la Organización de los Estados Americanos, en Washington, hemos acudido a todos los órganos del Sistema de Derechos Humanos de Naciones Unidas y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos para denunciar la separación de familias”, refirió.
Videgaray agregó que en particular han entablado comunicación formal con el secretario general de la ONU y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, así como con los órganos de Tratados y Mecanismos Especiales del Consejo de Derechos Humanos en materias migratoria y niñez.