El día después y la crisis humanitaria
E s un respiro de esperanza ver gente verdaderamente exitosa y naturalmente influyente como Diego Luna, Alejandro González Iñarritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Julieta Venegas, Natalia Lafourcade y el glorioso fotógrafo (de cine) Emmanuel Lubezki levantar la voz en esto tiempos. No por un candidato. No por un proyecto político específico, sino por lo que va a hacer toda la diferencia del mundo: el día después.
Confieso: el nombre del proyecto que incluye un documental me remite a una película de HBO sobre la guerra nuclear, origen de muchos de mis terrores de la infancia. Pero una vez que lo pienso un poco me doy cuenta de lo atinado que resulta esto. Gane quien gane, pase lo que pase, el 2 de julio tenemos que ser un mejor país. Y si la batalla para ver quién va a cargar con la mayor responsabilidad fue desalentadora, el mensaje que ellos dan es lo único que nos queda: dejar de matarnos entre nosotros.
Sabemos el nivel de enojo y frustración que estamos viviendo estos días, pero tal vez es hora de ampliar un poco el panorama y darnos cuenta que nunca hemos necesitado estar más unidos. Por muchísimos motivos.
De entrada, vean la tragedia humanitaria que tenemos gracias al presidente del país vecino. Claro, ya culpó a los demócratas y ya nos culpó hasta nosotros. Pero aunque bien es cierto que esas leyes estaban establecidas desde antes, su aplicación era discrecional. Y bien podían deportar a los adultos que cruzaban la frontera ilegalmente en el momento. Nunca antes habían puesto a niños en jaulas. Nunca antes habían cargado con el gasto de meter a tantos de sus padres a prisiones. Nunca nos habíamos enfrentado a algo así justo en la línea de nuestro territorio.
El día después, sea quien sea nuestro presidente, tenemos que pedirle que sea fuerte y claro al respecto. Eso no lo podremos hacer si nos estamos matando entre nosotros, cerrando avenidas o desbaratando nuestro partido político. Es hora de actuar como una sociedad que busca el bien común. Y sí eso nos dará fuera de poder enfrentar actos enemigos de propios y extraños.
Sí tras tanta promesa vemos los mismos actos de corrupción ocurriendo, seremos más fuertes para detenerlos si no nos estamos matando. Si queremos que el país avance sin necesidad de negociar con un tirano, debemos estar unidos. Así que esta iniciativa me parece necesaria y urgente. Solo hemos pensado que pasará hasta el 1ero de Julio. ¿Y luego qué vamos a hacer? Hay bastantes problemas que nos acosan. Tratemos de ser la mejor versión de nosotros mismos y no meterle el pie a quien sea que vaya guiando. El tiempo y nuestra actitud dejara clara la diferencia.