Despierta tu deportividad
Uno de los vehículos con mayor éxito comercial en el mercado nacional es, sin duda, el Suzuki Swift, debido a su inmejorable relación costo-beneficio, a una variedad de versiones que alcanzan a prácticamente cualquier bolsillo, además de una calidad de servicios post-venta que ubican a la marca japonesa dentro de las mejores. Recientemente arribó a los pisos de venta el modelo Sport y, desde luego, teníamos que probarlo.
Lo reconocemos, siempre hemos sido fanáticos del Swift, por lo que las expectativas acerca del desempeño en el asfalto de este misil de bolsillo eran más que amplías.
De entrada el diseño exterior es notable con un frente más agresivo, musculoso y bien definido, con mucha de la genética que ha distinguido a los recientes lanzamientos de Suzuki en el mercado internacional. En este caso con un extra de adrenalina que se percibe sobre todo al frente con entradas de aire más grandes, que ayudan a la refrigeración de motor y frenos.
Del perfil sobresalen de inmediato sus rines de aluminio cuya combinación cromo y negro lo hacen ver como un atleta con lo último en calzado sport, para devorar kilómetros, mientras que la parte trasera nos permite apreciar un doble escape cromado y un spoiler en la parte superior de la cajuela. Nos llenó el ojo.
Acelerando a fondo
Muy temprano, para evitar el caos vial de la Ciudad de México, salimos rumbo a Valle de Bravo, para poner a prueba su motor cuatro cilindros 1.4 litros turbo que entrega 138 caballos de fuerza, en algunos tramos contuvimos las ansías y dosificamos el pedal del acelerador, para apreciar la calidad de sus interiores, buenos ensambles, mejores materiales y una buena carga de insertos de aluminio para no olvidar que estábamos en las entrañas de la versión deportiva.
La calidad del equipo de audio es buena y ayuda en mucho el hermetismo de la cabina que deja en el olvido los ruidos exteriores, los sistemas de comunicación e infoentretenimiento son ac- tuales e intuitivos, por lo que sincronizar el smartphone es una misión realmente sencilla.
Por fin tocamos la carretera y ahí le dimos rienda suelta al acelerador, la respuesta de su pequeño motor Boosterjet es rápida y entrega todos y cada uno de sus caballos de fuerza en la medida que pisas el acelerador, debido a la relación peso-potencia (970 kilogramos es el peso de este Swift) vas ganando terreno rápidamente.
La suspensión es lo bastante rígida para darte esa sensación de conducción deportiva, pero sin castigarte la espalda para dejarla para los fines de semana, es decir, puedes conducirlo diario sin tener que ir por un masaje. Asimismo la dirección te lleva a donde apuntas con la mirada, con una caja de cambios, manual o automática de seis velocidades, que reacciona eficientemente.
En conclusión la versión llega a completar la oferta de uno de los hits de ventas en nuestro país más importantes en tiempos recientes y que dada las características de este pequeño con alma deportiva seguirá llevando los números de venta de Suzuki a las nubes.