obre todo cuando te pasa por encima como un camión torton hecho la madre mientras toca las cornetas al ritmo de “La cucaracha”. Pienso en el PES y Nueva Alianza, que pese a sus alianzas se los cargo el payaso electoral. Pobrecitos, ¿por qué no los querría el electorado? Y luego se van a quedar fuera de las grandes bolsas para bolsones del INE. Pienso en el niño Yawi que, a pesar de su esfuerzo por darle un poco de alegría a la campaña del PAN y de MC (que se aferraron a ese jingle como a un clavo ardiente), en su tierra natal, para su vergüenza, ganó el PRI. Por más que estuvo cantando la del “nananana”, o precisamente por eso, la gente decidió aplicarle un soplamoco al chamaco enfadoso ese.
Algo así está pasando en Acción Nacional. Ya se estaban tardando. Un excelso grupo de panistas, entre los que se cuentan algunos gobernadores que ya vieron las barbas de su vecino cortar y que no quieren poner a remojar las suyas, exigen la renuncia de Damián Zepeda y sus dientes de Anahí, además de la del candidato presidencial,
LittleChicken Anaya, por los resultados electorales que llevaron al precipicio al partido de Gómez Morín que ellos decidieron administrar cual tienda de raya pofirista, vestidos de caporales. Ahora lo que sigue son escenas de terror hardcore como de
Anabelle y El aro en versión tricolor, no apta para corazones de pollo. No, ojalá no los corran, para que se acabe de refundir el PAN y de ahí sí comenzar a refundarlo.
Es como el PRD, que algunos quieren rescatar (no saben los pobres que eso es tres veces más complejo que el rescate de los chicos tailandeses) sin tomar en cuenta que para lograrlo tendrían que deshacerse, de la manera más abrupta y abyecta, de los chuchos y sus chuchinero, incluyendo a la Barrales y demás advenedizos, vivales y vendedores de humo que ahí abundan y recontrasobran. O sea, si pretenden levantar al sol azteca desde los escombros y sin exorcismo, está cabrón. Es increíble que ante la devastación por culpa de su avaricia política de quinta y el oportunismo que los caracteriza, el Instituto Chuchístico de Verano se vanaglorie de no haber perdido el registro cuando, por dignidad, tendrían que renunciar a él por haber demolido al PRD desde sus cimientos.
Ya el único que está a la altura de las circunstancias es Gamboa Pascoe, el líder de algo muy priista llamado CTM, auténtico emisario del jurásico inferior, que luego de reconocer que algo se hizo mal en esta campaña (además del historial del partido, cuajado de javidús), anunció que no iba a buscar al nuevo presidente, que si quería que lo buscara AMLOVE. ¿Dónde estamos, en la secundaria?
Otro más para la sección “Ya siéntese, señor”.
Ahora, bien a bien, no se sabe qué será peor para los blanquiazules, que se quede RickyRiquínCanallín y Zepeda (aferrados al pinchihueso) o que lleguen los jelipistas-zavalistas.
La democracia es un perro infernal.