Rescata Pablo Cueto la obra de Germán List Arzubide
El trabajo del titiritero cuenta con la musicalización de Silvestre Revueltas, el cual forma parte del programa “Estación Verano” que se realizará en el Museo de los Ferrocarriles
Yo soy escultor, pero hace algunos años “regresé” a los títeres que en mi familia iniciaron mis abuelos, Germán y Lola Cueto, en la década de 1930, con los estridentistas Germán List Arzubide, Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas, Angelina Belof, Arquedes Vela. Después, mi mamá retomó este trabajo en los años 40 y yo, con el tiempo, regresé: veía todos los ensayos de mi abuela y de mi mamá, y regresé a los títeres, reveló el titiritero, Pablo Cueto.
De esta forma, el artista ofrecerá el rescate de la obra “Troka, el poderoso”, de List Arzubide, “Sensemayá”, de Nicolás Guillén con música de Silvestre Revueltas, y la exposición “El retablo del maese Pedro”, en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, como parte de la promoción “Estación verano”. “Troka el poderoso” será presentado en la Calle 11 Norte 1005 después de que, durante décadas permaneciera perdida la música original del montaje hecha por Silvestre Revueltas, “reencontrada hace algunos años”, explicó Cueto.
“Se trata del primer ‘transformer’ y tenía un sentido pedagógico, para mostrarles a los niños en qué consistía el progreso: estaba hecho con partes de máquinas, su boca era un altavoz, su cabeza era una torre de transmisión, una grúa, un engrane, una pierna es un ferrocarril, una grúa con un tractor en la otra. Era impulsar
“Troka, el poderoso” estaba pensado, originalmente, para un programa de radio
en los niños el pensamiento científico, para que pudiera creare innovar”, expuso.
Creado originalmente para un programa de radio, el medio de comunicación más popular en los años 30, “Troka…” no pudo ser re-escuchada sino hasta hace algunos años, recuperada la partitura.
En cuanto a “Sensemayá”, recordó Cueto, es un poema del cubano Nicolás Guillén, sobre la culebra, animal totémico no sólo en las islas del Caribe como la propia Cuba, sino en las culturas precolombinas continentales, también musicalizado por Revueltas. Cueto lo presenta con títeres de estilo mexicano, que se mueven por mecanismos de subidas, bajadas, giros, como los de los “Voladores” que coronan el escenario donde se presenta la historia.
Por último, tomando como base la segunda parte de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, Cueto cuenta la historia de Alonso Quijano, quien convertido en “caballero andante” llega a donde el titiritero “maese Pedro” está por hacer una representación de moros y cristianos, donde el alucinado lancero cree que lo que está viendo es real y, ante la “amenaza” de los árabes, arremete contra ellos y los destroza.