Los dineros, las elecciones y la gran simulación
No hay en la agenda del próximo gobierno ni de su mayoría legislativa nada que indique un cambio a nuestras leyes electorales.
Las inconformidades de López Obrador en las dos elecciones presidenciales anteriores provocaron una serie de cambios a las leyes electorales. Hoy nadie se queja de las leyes porque todos han aprendido a lidiar con ellas hasta el absurdo.
Por ejemplo, si usted les cree a los reportes de los partidos, fue una campaña de lo más austera.
Cito lo que me dijo Leonardo Núñez González, autor de Dóndequedóla bolita e investigador del reporte “Dinero bajo la mesa”: “En promedio los candidatos al Senado reportaron haber gastado 30% de lo que podían haber utilizado… Algo similar sucede con las competencias a las gubernaturas y a jefe de Gobierno, aunque en este caso los candidatos dicen haber utilizado, en promedio, 23.8% de su tope de gastos de campaña. En el extremo inferior, los candidatos de Chiapas, que tenían un tope de gastos de 85.2 millones de pesos, dicen haber gastado solo 6.4% de este límite, mientras que los estados cuyos candidatos dicen haber gastado más, CdMx y Jalisco, dicen haber usado 40 y 44 por ciento de sus topes”.
Hay 2 mil 356 candidatos que aparentemente no tuvieron ningún ingreso ni gasto, ya que no declararon nada.
Ayer, el INE anunció dos asuntos que muestran la facilidad con que los partidos le han dado vuelta al dinero. Por un lado, multó al PRI por haber recibido dinero del gobierno de Chihuahua (en época de César Duarte) a través de supuestas aportaciones voluntarias.
Y multó, y en serio, a Morena por su fideicomiso para los damnificados donde encontró que “el partido político omitió reportar las operaciones del fideicomiso que fue creado, promovido y administrado por personas con estrecha relación con el partido político. Por la opacidad con la que operó el fideicomiso el partido político no reconoció como ingresos propios los 78.8 millones de pesos que recibió y propició, además, que se recibieran aportaciones de entes prohibidos, así como de personas desconocidas. Los cheques expedidos por el fideicomiso fueron canjeados en efectivo por individuos, en su mayoría, relacionados con Morena, de tal forma que no fue posible acreditar el destino final de los recursos”.
Los partidos se quejarán, dirán que no es cierto, al final apechugarán. Porque les damos tanto dinero, que la multa les da igual, sin importar el tamaño.
Y seguirá la gran simulación.