Una tercia de ases
N os lanzamos a la pista del Centro Dinámico Pegaso, en la ciudad de Toluca para darle rienda suelta al acelerador a bordo de tres poderosos muscle cars, quienes nos demostraron por qué son los reyes del segmento. El Ford Mustang, Chevrolet Camaro ZL1 y la bestial versión del Dodge Challenger Hellcat lucieron lo mejor de sí.
Arranquemos con el Challenger un vehículo de líneas asesinas que se apega a la genética del modelo que llegó para incendiar el asfalto en la década de los 70, y que ahora con la versión Hellcat está listo para pegarte al asiento cada vez que toques el pedal del acelerador desatando a la bestia, la cual es impulsada por un motor V8 6.2 litros que entrega 707 caballos de fuerza. Nada mal ¿verdad?.
Nacido para correr en la carretera deja a todos mordiendo el polvo, en las rectas, mientras que en las curvas habrá que estar muy atento para que no te coma todo el poder que desarrolla, porque, si bien la marca lo ha dotado con una mejor dirección, lo cierto es que, como buen muscle car demandará de ti unas manos para tomar los caminos sinuosos a buen ritmo. La suspensión transmite las irregularidades del camino, sin que llegue a romperte la espalda, con un buen balance de rigidez y estabilidad que te dan una sensación de tener las riendas de este monstruo de 707 hp.
En la pista de pruebas luce lo mejor de sí, con aceleraciones directas y vigorosas que te hacen comerte el circuito en un parpadeo. Los frenos detienen al Hellcat de buena manera, aunque hubiéramos agradecido unos de mayor desempeño, con menos fatiga, mientras que su trans-
misión responde con agilidad al hundir el pedal del acelerador dejando escapar un rugido que estremecerá a más de uno.
Por dentro los materiales no decepcionan y, en todo momento, te recuerdan que estás en la versión más salvaje del Challenger, con detalles cromados que resaltan su espíritu deportivo. Son dos las llaves, una negra y una roja, que necesitas para exprimir toda la potencia de su motor. Sin embargo, la marca nos quedó a deber, ésta última, con lo que nos quedamos con las ganas de ver todo su potencial. Ya será para la próxima. Digno de presumir, Chevrolet Camaro ZL1 Llegó la hora de despeinarse con el modelo convertible de Camaro, un deportivo que luce de unas formas musculosas y agresivas que lo hacen inconfundible en el asfalto, con un frente intimidante que se maximiza por sus enormes entradas de aire que optimizan la refrigeración del motor, además de unos faros alargados, que les gritan a los que van al frente, ¡Háganse a un lado!.
En los tramos de carretera es difícil seguirle el ritmo, toda vez que, aprovecha cualquier recta para dejarte en el retrovisor, gracias al desempeño de su motor V8 6.2 litros que desarrolla una potencia de 650 caballos de fuerza, el cual está acoplado a una moderna transmisión automática de 10 velocidades.
En las curvas sorprende por su maniobrabilidad, que en la medida en que le vas adquiriendo más confianza a la dirección, vas incrementando el ritmo en los caminos sinuosos. Un valor agregado y que no debe menospreciarse, si estás en busca de un auto del segmento.
En la pista del Centro Dinámico Pegaso se llevó las palmas gracias a su potente empuje de, 650 lb-pie de torque, que lo llevan a una aceleración que te hace perder el aliento, mientras que en las curvas se agarra hasta con las uñas, para salir bien librado, con una recuperación, más rápida de lo esperado, al ver la recta y acelerar a fondo.
Los interiores son buenos, pero hubiéramos apreciado un up- grade en sus materiales, con lo que la firma hubiera redondeado este modelo. En las riendas del Ford Mustang GT El comportamiento nos sorprendió, es un vehículo que para empezar llama mucho la atención por su diseño, aunque nos decantamos más por el desempeño y por los muy buenos acabados dentro del habitáculo, a diferencia de los otros dos que probamos, El Challenger Hellcat, y el Camaro ZL1.
Hay que recordar que este vehículo no es el ideal para la economía de combustible, pero si para divertirse mucho por su manejo y sonido de motor. El Mustang ahora ya es mucho más fácil de conducir, dejando atrás ese mito de que era un Pony Car, que solo se podía manejar en rectas. Tiene una longitud exterior de 4,78 metros, mientras que su anchura y altura es de 1,91 y 1,38 metros respectivamente. La distancia entre ejes es de 2,72 metros.
El perfil del auto es bajo, lo que hace que visualmente se vea pegado al piso, el habitáculo esta muy bien logrado, incluso no pareciera que estamos en un deportivo totalmente rasurado, por el contrario, el equipamiento es de lo mejor, de entrada en el estribo nos recibe el logo de Mustang con el famoso caballo, pero ahora con iluminación. Sus asientos son de corte deportivo y así como su volante que contempla diversos controles.
El tablero en donde están instalado el cuadro de relojes combina el estilo tradicional con funcionamiento análogo así con lo tecnológico, monta dos diales retro algo pequeños que imitan a los del modelo original e interponiendo una pantalla digital de información entre ambos.
El tablero se ha pensado también de alguna manera retro con insertos en fibra de carbono, la verdad se ve muy moderno y combina muy bien los dos estilos. Los asientos delanteros son eléctricos y muy cómodos, el habitáculo es muy amplio, siendo más bien un auto 2+2 puesto que para una persona de talla alta, los asientos traseros no se podrían utilizar. La cajuela no es tan pequeña como se pensaría, ofrece 408 litros de capacidad.
De los tres modelos que probamos este es el mejor, aunque no es el más potente, si es un auto que se puede manejar muy bien y sobre todo con mucha seguridad, tiene muy buena aceleración, el ruido del motor es sensacional, ahora cuenta con un 5.0, V8 de 460 caballos.
El Mustang GT es un auto muy bien balanceado entre desempeño, diseño y prestaciones. Un auto que lo tiene todo y que al paso de los años se ha refinado de tal manera que sigue siendo uno de los Pony Cars mas deseados del mercado automotriz en el mundo.