El desastre después del sismo
Ayer, la organización Nosotrxs dio a conocer un documento donde analiza la actuación del Gobierno de CdMx frente al sismo a 10 meses de la sacudida. La situación es una vergüenza. Baste comenzar por aquí: “A 10 meses del sismo, no se tiene un censo de inmuebles y personas afectadas finalizado ni un diagnóstico integral de necesidades públicas, que sean la base para comprender si los recursos están siendo ejercidos de manera coherente y prioritaria con las necesidades apremiantes de los damnificados”.
Es decir, el gobierno de la ciudad no pudo ni saber qué pasaba.
Será por eso, que como apunta Nosotrxs: “Es complejo comprender cuántos recursos se están destinando realmente a tareas de reconstrucción, debido a la multiplicidad de orígenes de los recursos, incluyendo las donaciones privadas, internacionales y fuentes públicas de diferentes órdenes gubernamentales, como el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) y el Fondo de Atenció n a los Desastres Naturales de la Ciudad de México (Fonaden)”.
Y “no existe información pública y nítida sobre el ejercicio del gasto a mitad del ciclo fiscal 2018. Según la Secretaría de Finanzas, sólo 4.7% de los montos aprobados por la Comisión para la Reconstrucción ha sido ejercido por las dependencias a las que les fueron asignados. Se desconoce cuá nto hay realmente disponible, que pudiera reasignarse a tareas apremiantes, como la reconstrucción de vivienda, que no fue una prioridad para el Legislativo ni el Ejecutivo de la Ciudad de México”. Un poco de memoria. La Comisión para la Reconstrucción estalló cuando el más rancio perredismo quiso desde la Asamblea de Representantes quedarse con todo, manejarlo todo, hacerlo todo.
Mancera y su equipo, frustrados por no haberse quedado con la candidatura presidencial y ni siquiera con la del PRD solos, se dedicaron a otras cosas.
La ciudad, sus damnifi cados, fueron abandonados. El dinero, quién sabe. Mucho habrá que buscar.
Apenas la semana pasada, por ejemplo, se arrancó la atención de multifamiliares.
Eso sí… se apuraron a construir un monumento.
Así recordaremos la administración que se va.
Un desastre.