A renovar el IMAC
D urante los últimos trienios y sexenios la pobreza de proyectos que ha manejado el Instituto Municipal de Arte y Cultura del Ayuntamiento de Puebla ha sido “por nula” visible. Se explica por el desprecio que siempre se ha tenido a todo lo que represente la cultura en a país. Salvo en raras excepciones, ésta ha sido preocupación política.
Cuando sobreviene una crisis económica el primer recorte va hacia allá. Lógico igual si se maneja la idea de la falta de rentabilidad cultural.
Puebla tuvo una secretaría que, en el ramo, tuvo prestigio nacional desde que se fundó. Pero en un solo sexenio un ex secretario de caricatura, “el reyecito novelado por un mediocre”, terminó con todo. De ahí que entonces se tomara la determinación de convertir la secretaría en un instituto. La idea, sin duda, provino de los asesores de ese momento.
El tiempo sólo ha mostrado que eso no funcionó, o solamente funcionó para que asesores y funcionarios continuaran firmando en la nómina. Los resultados puede el malévolo lector verlos. Simple: no quedó nada de lo que con tanto trabajo se había obtenido.
Un asunto curioso: muchos trabajadores de la Secretaría de Cultura o del Instituto de Cultura, se fueron a refugiar al IMAC. No tardaron en salir echados de ahí por lo mismo que usualmente es práctica en ellos: traición y desvío de recursos para la auto promoción de su gran mediocridad.
Se agazapan como los felinos, siempre. Esos burócratas que no saben vivir de otra cosa. Esperan y esperan. Pero ya su desprestigio es tal que nadie les cree.
Pronto habrá una nueva presidenta municipal en Puebla.
Me enteré a medias de su plataforma de cultura.
La presidenta municipal en lo inmediato, al tomar el cargo, deberá replantear algunos aspectos que precisamente los funcionarios que estuvieron ahí en el área de cultura y que dejaron todo un desorden, los mismos que ahora merodean y olfatean pretendiendo hacerse los invisibles para regresar a algún cargo.
La presidenta municipal electa tuvo un excelente manejo de campaña.
¿Hay un proyecto para convertir el IMAC en una secretaría?
No creo que sea necesaria esa medida. De lo que sí estoy convencido, tal como lo exprese líneas arriba, es que el propio IMAC deberá retomar quizá los proyectos más interesantes replanteando los propios objetivos. Un ejemplo: la SOGEM-Puebla dejó de funcionar porque llegó a tener inscritos cinco alumnos que atendieron la convocatoria.
Tarea prioritaria para la presidenta municipal electa, una revisión profunda de lo que es el IMAC y de lo que puede llegar a ser. Está en sus manos y en sus asesores.