Milenio Puebla

MUSEO EN XOCHIMEHUA­CAN EXPONE 200 AÑOS DE BICIS

Para mostrar los orígenes de la bicicleta, Domenikos Ruiz Muñoz es el curador del Museo de la Bicicleta, espacio que alberga más de mil 652 modelos, así como una reproducci­ón de la Laufmaschi­ne, vehículo de 1817 y precursor de la actual unidad de dos rued

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En 1817, el barón alemán, Karl Christian Ludwig Drais von Sauerbronn, inventó la Laufmaschi­ne, “una máquina de andar o máquina andante”, el cual se convirtió en un vehículo precursor de la bicicleta.

Han pasado más de 200 años y gracias a la también conocida como draisiana, se inventó el automóvil, la motociclet­a, la aviación y es responsabl­e de la creación de las leyes viales, además de que las vialidades pasaron a ser piedra a concreto, destacó Domenikos Ruiz Muñoz, curador del Museo de la Bicicleta que se localiza en la ciudad de Puebla.

“Se dieron cuenta que era difícil manejar sobre piedras o calles adoquinada­s y empezaron a implantar o transforma­r esas avenidas, principalm­ente en la Ciudad de México. Esto para que la bicicleta fuera accesible y contribuye­ra a la movilidad, y también existiera un control, porque cuando la bicicleta

El museo cuenta con un acervo de 124 aparatos, los cuales datan de 1790, 1810 y 1880 En el sitio se exponen más de 4 mil 500 objetos de literatura, pintura, entre otros

llegó a México no había mucho control tanto en su manejo como en respeto cívico y ciudadano por parte de los pilotos”, expuso.

Para mostrar los orígenes de este vehículo, el curador obtuvo una reproducci­ón de la Laufmaschi­ne y de mil 626 modelos diferentes de dispositiv­os que se encuentran en exhibición desde hace cuatro años.

“Es muy interesant­e la historia de la bicicleta y todo se resume en el Museo de la Bicicleta, donde les contamos todo. Es el único en su tipo en el país”, presumió.

Ruiz Muñoz señaló que la muestra es permanente, la cual, además de abordar la historia del diseño aplicado a la bicicleta, cuenta además con más de 4 mil 500 objetos de literatura, pintura, juguetes, cámaras y relojes.

Asimismo, dio a conocer que en su exhibición de velocípedo­s, cuenta con un acervo de 124 aparatos, los cuales datan de 1790, 1810 y 1880.

El curador expresó que la inédita iniciativa, que tiene lugar en la privada Miguel Hidalgo número 6 A, en la colonia Benito Juárez, en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehua­can, se exhiben también documentos, indumentar­ias, vestidos, objetos y literatura de los primeros años de la época de la Independen­cia de México.

Ruiz Muñoz narró que aunque su familia siempre se ha dedicado a las cuestiones artísticas y culturales, cinco generacion­es están ligadas al ciclismo, “por estar involucrad­os a las bicicletas. Tenemos bicicletas de 1862 que nos han pertenecid­o de generación en generación. Algunas otras se han obtenido de Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Centroamér­ica, Sudamérica, de diversas partes. La colección total que actualment­e tenemos es de mil 626 bicicletas, de las cuales más de 200 se están exhibiendo porque muchas otras se están restaurand­o, están en otras actividade­s, otras están en diversos museos, donde hacemos intercambi­o con ellos, también prestando bicicletas de nosotros o llegan piezas de ellos para hacer un intercambi­o entre museos, institucio­nes y particular­es”, comentó.

Además, resaltó que la única intención del museo es compartir y enseñar a la población la historia de la bicicleta, sin embargo, señaló que además de mostrar la evolución de este artefacto, también se cuenta su historia “y la historia no verdadera, porque la bicicleta tiene tantas historias que son mentiras y ficciones, que a su vez la han vuelto muy rica”. Abundó que “verdad o mentira”, estas narracione­s han enriquecid­o también a las bicicletas

Aunado a lo anterior, indicó que a la par de los artículos de su propiedad, también se han recibido donaciones, muchas de las cuales han requerido de su restauraci­ón.

“Te contaba que estas bicicletas han pasado de generación en generación, pero también se ha presentado el caso de algunos que quisieron vender, pero los que tuvieron la visión y respetaron la voluntad de quienes iniciaron con las bicicletas y dijeron, ‘saben qué, esto perteneció a nuestros ancestros, es nuestra identidad, hay que preservarl­o y ya en un futuro las siguientes generacion­es ya decidirán qué hacer con ellas’. En nuestro caso decidimos hacer el museo, el único de México dedicado a la bicicleta”. Por ello, reconoció que en su stock se encuentran algunos modelos que se replicaron, debido a que las piezas ya no existen, por ejemplo, las draisianas de 1817.

“Porque no hay ninguna original en el mundo. La tenemos en exhibición acá. Es esa roja. No tenía pedales, era de madera, sólo tenía dirección y con eso inició a bicicleta. Otras, hay personas que han tenido la sensibilid­ad, la cuestión cultural de decir, ‘saben qué, yo tengo una bicicleta, se las voy a donar’. Hemos tenido donaciones, algunos nos han vendido también, hemos comprado, pero no tanto, la gente entiende que es para un museo, que es gratuito y que es para toda la gente”.

En ese sentido, abundó que algunos donantes cedieron sus artículos por la satisfacci­ón de participar y contribuir con la exhibición.

“Especialme­nte, porque las piezas verdaderam­ente se van a exhibir y a compartir con la gente y que siempre van a estar ahí, nunca van a desaparece­r; porque nosotros como quinta generación ya estamos preparando a la sexta generación para que cuando nosotros faltemos sigan este camino del Museo de la Bicicleta”, comentó.

Sin embargo, aclaró que la mayoría son piezas en exhibición originales, aunque algunas fueron restaurada­s ya que no estaban en las mejores condicione­s.

Entre las piezas que se muestran, explicó que se encuentra un triciclo de 1872, de origen inglés, mismo que es uno de los más atractivos o peculiares, pues es el primero que utilizó un sistema de cadena y de ese surgió o heredó el mecanismo a la bicicleta.

“La cadena y las estrellas, los pedales con cadena, porque al principio los velocípedo­s de rueda alta tenían los pedales integrados en la rueda principal, no tenían la cadena; así que gracias a la invención del triciclo con cadena, que fue inventando para las mujeres, la bicicleta se transforma de ser tan alta, voluminosa y tan grande a ser más pequeña, más práctica y, sobre todo, a ser más fácil de manejar, porque eran muy com- plicadas las grandes”, comentó.

En México, la bicicleta está ligada a los oficios

Por otra parte, el también ingeniero indicó que la sensación para todos en el museo son las bicicletas de oficios mexicanos, “como el lechero, el tortillero, el cartero, el repartidor de periódicos. Todos esos oficios que se volvieron muy populares gracias a la bicicleta atrae mucho a la gente”.

Entre las bicicletas, se encuentra una bicicleta adaptada para transporta­r recipiente­s con leche.

“Se encuentra en sus condicione­s originales. Esta bicicleta murió en combate, murió repartiend­o leche y así en el estado en que se encuentra va a permanecer, porque todas sus piezas son originales y aquí demuestra la gran importanci­a de la bicicleta tanto en los ofi cios, en el transporte interactiv­o o de ir de un punto a otro y también el coleccioni­smo”.

Abundó que en nuestro país la palabra bicicleta evoca olores, sabores, ruidos o muestras de fe, imágenes que son parte de nuestra memoria colectiva.

“En México, una bicicleta sabe a tacos de canasta, huele a tamales, o suena como el silbato del afilador o del cartero. De igual forma, nos recuerda a los peregrinos cargando imágenes de la virgen previo a un doce de diciembre”, indicó.

Por lo anterior, comentó que en el espacio se respetaron las condicione­s de los velocípedo­s, “porque también es importante que la gente vea el deterioro y el uso de la bicicleta, que realmente así se usaban, que literalmen­te morían con su dueño”.

Ruiz Muñoz comentó que en Europa no se cuentan con museos donde se presenten exhibicion­es cuya totalidad de piezas sean originales. “Donde más museos hay, no tienen piezas originales tampoco y tienen que recurrir a las cuestiones de curaduría para hacer rescates, investigac­iones y hacer las piezas exactament­e iguales como eran en su momento”, comentó.

Por último, el curador señaló que los interesado­s pueden visitar el museo en horario de 10 a 20 horas de lunes a domingo.

“Nunca está cerrado y la entrada es completame­nte gratuita para incentivar a las personas a acercarse a los museos. Tanto en Puebla como en México tenemos muchos museos y así como le ponemos ganas para ir a un cine, ir a un barcito, ir a divertirno­s, que eso es muy bueno, también le tenemos que invertir un tiempo a los museos, porque estos nos ofrecen muchas historias y mucha identidad”, finalizó.

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El Museo de la Bicicleta es el único en el país.
 ??  ?? Domenikos Ruiz Muñoz es el curador del museo.
Domenikos Ruiz Muñoz es el curador del museo.
 ??  ?? Algunas bicicletas son donaciones.
Algunas bicicletas son donaciones.
 ??  ?? La mayoría de las piezas de exhibición son originales.
La mayoría de las piezas de exhibición son originales.
 ??  ?? Algunos oficios tienen bicicletas adaptadas.
Algunos oficios tienen bicicletas adaptadas.

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