Milenio Puebla

Reelección necesaria

- Susana Moscatel susana.moscatel@milenio.com

Bueno. Aunque en la serie nadie votó por ella, sí se requirió de un conjunto de maniobras admirables para que Claire (huyan, viene spoiler si ni están al día) estuviera en la posición perfecta para apoderarse de la presidenci­a de Frank Underwood.

Gracias al lanzamient­o de varias nuevas series, incluyendo La casa de las flores de Manolo Caro, con Verónica Castro, desde México se mandó, al menos para Latinoamér­ica, el boletín que el 2 de noviembre se lanzará la última temporada de House

of Cards. Con su ex protagonis­ta y actor, ambos caídos en sus particular­es desgracias, es hora de dejen brillar más al brutal personaje que interpreta Robin Wright.

Así que ahí estábamos, con los de Netflix cuando nos llegó la informació­n y no pudimos evitarlo. Preguntamo­s: “¿Por qué tiene ahora que ser la última temporada?”. “Es un nuevo régimen, Claire se podría quedar al menos cuatro años más”. Y si le seguimos rascando podríamos argumentar que igual ya desvariaro­n lo suficiente sin querer y por las circunstan­cias del libro de Michael Dobbs del que deriva la serie. Imaginació­n no les faltará. Público menos. ¿Entonces? ¿Otra vuelta no?

Sí, ya sé que estaba anunciado así el fin. No hubo una respuesta oficial pero por ahí alguien sí soltó que la materia se había discutido pero por una serie de obstáculos ya no se pudo seguir adelante con ello. Que Robin tiene compromiso­s. Que ya dio lo que tenía que dar.

Yo digo que no a lo último y es por una simple razón: siento nostalgia por los tiempos en los que la política se hacía de manera estratégic­a y brillante. Lo perverso está tanto en la ficción como en la realidad, pero en el sofisticad­o mundo de House of Cards hay por lo menos la pretensión de no ser descarados cuando van por todo el hueso. Aprendíamo­s.

No que ahora, a nivel generaliza­do, las cosas son tan abiertamen­te cínicas que los escritores se quedarían sin chamba si trataran de hacer pasar lo que acontece como realidad. Extraño la ficción. El resultado es igual de espantoso: todo en manos de muy pocos. Pero la realidad no pretende ni asemejarse a un guion bien escrito. ¡Que alguien me explique! ¿Cómo le hacemos para que la gente que se ve en la necesidad de explicar que su chiste era “sarcasmo”, ya le salió mal el chiste?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico