Continúa amenaza en Hawái por Lane
Hawái registró ayer las primeras lluvias torrenciales previas a la llegada del feroz huracán Lane al archipiélago, que fue declarado en estado de emergencia por el presidente Donald Trump.
Los residentes apilaban suministros básicos y trataban de protegerse del azote del primer huracán en el estado desde 1992, cuando los golpeó Iniki con 230 km/h.
El huracán de categoría 3 amenazaba con vientos de hasta 210 km/h, copiosas precipitaciones y grandes olas. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió que algunas áreas pueden recibir hasta 76 centímetros de lluvia.
Su curso es errático y cambiante, pero “lo que es seguro es que Hawái será impactado por el huracán Lane”, había advertido ayer el jefe de la Agencia Federal de Emergencia (FEMA), Brock Long, en una rueda de prensa en Washington.
Se pronosticaba que el centro de la tormenta se acercaría sobre porciones de las principales islas a más tardar este viernes por la mañana, causando olas de hasta 6 metros y un aumento de hasta 1.2 metros en el nivel del mar.
Una de las principales preocupaciones de los meteorólogos es la baja velocidad del huracán. “El paso lento de las fuertes lluvias eleva el riesgo de inundaciones y deslizamientos”, insistió el NWS.
La tarde de ayer Lane estaba a 370 kilómetros al sureste de Kailua y a 540 kilómetros al sur de Honolulu, ciudades hawaianas ubicadas en la isla de Oahu, que se espera sienta hoy los efectos directos.
El gobernador del estado, David Ige, firmó una declaración de emergencia el martes para movilizar recursos federales en caso de necesitarlos mientras que en las islas se abrieron varios albergues para quienes no tienen un lugar de resguardo. “Solo les pedimos a todos estar preparados y usar el sentido común y mantener el contacto con las autoridades”, dijo Ige.
A principios de la semana, Lane tenía una categría cinco. Fue el miércoles que bajó un punto para, finalmente, azotar a las islas en una categoría tres, considerada aún de gran fuerza.