Masacre para el sector automotriz
Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron ayer un acuerdo que incluye la mayoría de temas controversiales de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), nombre que será cambiado. Se hizo un llamado a Canadá para unirse cuanto antes a estas negociaciones y cerrar el TLCAN en los próximos días; de otra forma todo se quedará como un acuerdo bilateral.
En los documentos declaratorios publicados por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, los puntos alcanzados en las negociaciones pueden dividirse en tres áreas temáticas: manufacturas, temas agrícolas y elementos modernizadores.
En lo que se refiere a las manufacturas, y en específico a las reglas de origen del sector automotriz, México perdió la batalla. Suena a masacre. La regla regional para el sector automotriz aumentará a 75 por ciento desde el actual 62.5 por ciento, y se vincularía la producción del 40-45 por ciento de un automóvil a salarios de 16 dólares la hora.
De acuerdo con los datos del Inegi, el sector en México paga en promedio alrededor de una cuarta parte de ese salario. En un principio, México empujó la eliminación del tema salarial, pero terminó por aceptar la propuesta estadunidense. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, argumentó que aproximadamente 70 por ciento de las exportaciones mexicanas de este sector ya cumplen con dichas reglas, pero los efectos negativos de este cambio en las inversiones futuras serán un importante tema de análisis.
En el tema agrícola, el gobierno mexicano presentó como un logro la no inclusión de restricciones a la exportación de productos, mejor conocida como estacionalidad. En este particular, el sector agrícola de EU, de gran importancia en aquellas geografías electorales que apoyan a Trump, articuló desde etapas tempranas un poderoso y efectivo esfuerzo de cabildeo con su gobierno contra dicha medida. Numerosos reportes advertían desde hace algunos meses la posibilidad de que la restricción no sería incluida en un acuerdo final.
Falta Canadá, y no es difícil prever que, dado el reciente deterioro en las relaciones entre los gobiernos de Canadá y EU, las posturas iniciales no serán de flexibilidad.