Combate a la obesidad con mucho orgullo
Admitiendo que su gran batalla de vida siempre ha sido contra la obesidad, a la que la denomina como una enfermedad similar a las adicciones, el comunicador, columnista de Milenio y crítico de televisión, Álvaro Cueva, desde hace 17 semanas nos comparte en sus redes sociales personales su transformación que este año decidió realizar y socializar como testimonio, que seguramente muchos que han padecido de esta u otra guerra similar, lo están tomando como ejemplo a seguir.
“Todos los días Joaquín (Acebo) me manda lo que será mi rutina, yo me comprometo a hacerla al día siguiente, a la hora y en el lugar que pueda, y le envío fotos para que revise mi postura, para que me ayude a hacerla mejor”, nos comenta Cueva para este espacio, “me puse en manos de la nutrióloga Alicia Ramírez Huerta y el resultado ha sido maravilloso: tengo 17 semanas comiendo extraordinariamente rico, abundante y bien”.
Tengo el gusto de conocer a Álvaro Cueva desde los 80’s, cuando coincidimos en las aulas de Comunicación del Tec de Monterrey y hoy soy uno de sus seguidores y admiradores en mi calidad de experto en fitness y wellness, convencido de que siempre la vida nos pone en el momento oportuno para iniciar un cambio de 180 grados como él decidió hacerlo este 2018 que cumplió 50 años de edad.
En mi libro “La Alegría de Vivir: un viaje de las tinieblas a la luz”, que trata justamente el tema de las adicciones, dedico un capítulo a la distorsión de imagen y la baja autoestima que suelen acompañar a un adicto, en este caso la historia auto-reveladora de Tommy, quien personifica al autor, por lo que además de haber vivido esa batalla migrada al físicoculturismo, como muchos en los clubes y gimnasios, en mi consulta privada atiendo este tipo de desafíos en las personas que desean una vida mejor.
Sin duda Cueva es uno de esos héroes anónimos como los que promovemos en esta sección para testimoniar a otros los motivos que llevan a alguna persona a tomar la decisión de cambio.
“Todavía no sé cuánto he bajado porque no me quiero pesar, hasta que cumpla los cuatro meses, ya que odio poner mi estabilidad emocional en manos de la báscula”, comparte, “pero me queda claro que he bajado mucho porque he tenido que cambiar mi ropa, la transformación se nota, de hecho jamás se había notado tanto”.
El crítico televisivo regiomontano nos cuenta que en intentos anteriores descubrió el gusto por correr hasta que una lesión le impidió seguir y recurrió a sus asesores, quienes le diseñaron una rutina y régimen especialmente para él, haciendo entrenamientos funcionales cinco días por semana y entre los logros que esto le ha traído además de lidiar con sus demonios internos, destaca el haber sido invitado por Grupo Salinas para ser la imagen de su campaña “Kilotón” que va dirigida a los empleados de toda América Latina.
En su lucha de tantos años ha llegado a bajar y a subir 50 kilos en diferentes ciclos de vida, ha caído en profunda depresión y ha encarnizado el dolor de no aceptar su figura y tener que luchar con ella, por lo que como guerrero concluye nuestra plática con un decreto: “ya aprendí, ya no lo voy a dejar, ya no me voy a dejar, es para siempre”