De los héroes de la patria
Algunos de los protagonistas de la historia independentista, cuando aún vivían, fueron retratados por Juan Francisco Rodríguez quien, al nacer en 1780, conoció a la mayoría
Los rostros más apegados a la realidad que se hayan realizado de los héroes de la lucha de Independencia fueron elaborados por Juan Francisco Rodríguez, el más célebre artista de la miniatura de cera en México. Estas increíbles representaciones que diseñó hace casi dos siglos en pequeños medallones, salieron a luz en la muestra robados al coleccionista, explica a MILENIO Mariana Guzmán, catalogadora de antigüedades en Morton Subastas.
Los medallones del siglo XIX que se van a subasta, con un precio de salida de entre 2 y 3 millones de pesos, resultan únicos porque José Francisco Rodríguez, el artista que los diseñó, tenía memoria fotográfica, “por lo que aseguramos que estos medallones pueden ser las versiones más reales de la fisonomía de nuestros personajes históricos”.
Esos rostros son “trascendentes porque las representaciones posteriores, que se conocen de pinturas y litografías, se hicieron inspiradas en la obra de Rodríguez. Hay unos medallones similares en el Castillo de Chapultepec, que son también de su autoría.
Con imágenes basadas en estas miniaturas, agrega la especialista, se imprimió el ÁlbumMejicano, publicado en 1843 en Ciudad de México, y en el cual basan todas las imágenes posteriores de estos protagonistas de la guerra de Independencia. Un mural, cuatro pinturas de gran formato y un carruaje, pertenecientes a la colección de José Inés Loredo, las cuales mostraba en su restaurante el Mesón del Caballo Bayo, se podrán a la ventaal en la subasta tradicional mexicana de antigüedades de Morton Subastas, el 6 de septiembre.
Eduardo López Morton, director de consignación de Morton Subastas, indica que siempre hacen una selección de piezas especiales a lo largo del año para ofertar en el mes de septiembre, el mes de la patria.
“Se nos acercó la familia Loredo, que es la gente del Caballo Bayo, restaurante que estaba en Conscripto, y nos dijeron: ‘Tenemos muchas cosas que vender, un mural, un par de retratos y una berlineta, una pequeña carreta’”, relata López Morton.
Al frente del enorme mural de 2.5 por 20 metros, el director de consignación precisa cómo esta obra retrata escenas costumbristas con personajes vestidos a la manera tradicional mexicana, en una tarde en el campo con una deliciosa comida típica, hasta con todo y tortillas hechas al comal. “El Caballo Bayo fue un lugar emblemático que operó por alrededor de 67 años, impulsando la gastronomía, los charros, los caballos y la cultura mexicana. Era un lugar donde acudían políticos y grandes personalidades”.
En este restaurante, asegura López Morton, se crearon platillos como la carne a la tampiqueña, que tomó su nombre del Salón Tampico, antecedente del Mesón del Caballo Bayo y donde también se inventó La jaiba rellena.