Daniel Lezama muestra los entretelones de su pintura
La exhibición presenta alrededor de 20 piezas del artista plástico
mismo; las premisas esenciales se mantienen, aun cuando sí se ha dado una transformación en lo técnico: el uso del fondo blanco, que “permite la luminiscencia de una manera distinta”. “Antes luchaba contra un fondo que me resultaba cómodo, pero se había vuelto un grillete: el color ladrillo. Eso tiene que ver con el hecho de empezar a trabajar monotipo, un proceso gráfico donde dejas al fondo blanco trabajar y ello me permitió liberar mi visión de la necesidad de un fondo neutro”.
Una de las características de Crisol es que, le ofrecieron al artista un proyecto escultórico, por eso en la exposición se encuentran las primeras obras que ha desarrollado, junto con las pinturas que suman alrededor de 20 piezas, las cuales se verán en la Galería Maia Contemporary (Colima 159, colonia Roma).
Acasi un año de los sismos, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha realizado una titánica labor en la recuperación del patrimonio cultural afectado por estos fenómenos naturales, que se traduce en la restauración y entrega de más de 450 inmuebles.
Actualmente se intervienen más de 747 y se contempla la apertura de nuevos frentes de obra en más de mil 240 edificaciones, con proyectos ya elaborados y los expedientes ingresados a las respectivas fuentes de financiamiento. Asimismo, se tiene un avance de 95 por ciento en la atención de las 42 zonas arqueológicas afectadas.
El movimiento telúrico del 7 de septiembre dañó el patrimonio cultural de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, mientras que el del 19 causó daños en Puebla, Estado de México, Morelos, Guerrero, Ciudad de México, Tlaxcala, Hidalgo y Veracruz. El resultado fue la afectación de 2 mil 340 inmuebles con daños diversos, así como de más de 5 mil piezas de bienes muebles e inmuebles por destino.
El INAH cuenta con dos me- canismos fundamentales para la atención de daños en caso de contingencias: los seguros para resarcir daños, sea por causas naturales o antrópicas; y los recursos que aporta el Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden), que le permiten actuar en las acciones inmediatas emergentes o en las tareas de reconstrucción o restauración de los bienes culturales.
Tras la convocatoria emitida por el instituto a técnicos y profesionales para participar en las labores de recuperación, se cuenta con la colaboración de 103 empresas especializadas en conservación y restauración, bajo la supervisión del INAH.
Las comunidades afectadas son parte fundamental en los trabajos de restauración del patrimonio, aunque otra vía de financiamiento han sido las donaciones hechas por la iniciativa privada, a través de fundaciones como Slim, Harp Helú o Mary Street Jenkins.
Asimismo, se cuenta con la colaboración internacional de la Unión Europea, los gobiernos francés, húngaro y alemán; o maestros y estudiantes de la Universidad de Roma Tre, de Italia, que elaboran proyectos para la restauración de inmuebles dañados.