LA HERENCIA DE LA MEDICINA TRADICIONAL
Un susto, un empacho, son padecimientos a los que siempre les encuentran una cura
La coordinadora del módulo de medicina tradicional en Atlixco, Edith Álvarez Melchor, explicó que la medicina tradicional se pilotea en el estado de Puebla desde el 2001, con un espacio físico donde los terapeutas tradicionales cuentan con facilidades para ejercer su método tradicional.
Un susto, un empacho, un amarre, son padecimientos que siempre encuentran cura con una fórmula médica tradicional. Se requieren hierbas, agua y hasta fuego para lograr que el paciente se recupere.
A pesar del desarrollo de la medicina convencional o medicina alopática, ciencia que busca prevenir, tratar y curar las enfermedades mediante el uso de fármacos, los tratamientos brindados en módulos de medicina tradicional de la Secretaría de Salud del gobierno del estado, mantienen una tendencia en aumento y se brinda apoyo a la población de todas las edades.
La medicina tradicional poblana es un ejemplo a nivel nacional ante la presencia de 68 etnias, y se colocó como referente para su implementación en otros estados y hasta en otros países de Sudamérica como Argentina.
El programa estatal de Medicina Tradicional cuenta con 15 módulos en todo el estado ubicados de manera estratégica, conformados por más de 306 terapeutas, en tres ramas: curanderos, hueseros y parteras, quienes brindan más de 94 mil consultas gratuitas cada año.
Fue en el año 2002 cuando Puebla inició el programa de medicina tradicional desde la Secretaría de Salud, con la implementación de cinco módulos; y, actualmente, el estado cuenta con 15 espacios, entre ellos, los ubicados en Atlixco y Tetela de Ocampo.
La coordinadora del módulo de medicina tradicional en Atlixco, Edith Álvarez Melchor, explicó que la medicina tradicional se pilotea en el estado de Puebla desde el 2001, con un espacio físico donde los terapeutas tradicionales cuentan con facilidades para ejercer su método tradicional.
Comentó que, en muchas ocasiones, los médicos tradicionales son el primer contacto con la población que presenta algún padecimiento y si se puede brindar atención con sus métodos, se realiza; de lo contrario, se canaliza con el especialista de la medicina convencional correspondiente.
“Por ejemplo, si entre las embarazadas, los médicos tradicionales aprecian un factor de riesgo, se canaliza y ellos hacen la labor del convencimiento. Muchos pacientes ven en la medicina tradicional la primera forma de atención y si no tienen cura, pasan a los médicos alópatas”, expresó.
Medicina tradicional basada en usos y costumbres
Álvarez Melchor comentó que los servicios de la medicina tradicional son solicitados por la población indígena y urbana, pero, de alguna manera, nunca se habían fusionado con la medicina alópata.
Señaló que la meta del programa estatal de Medicina Tradicional busca mantener la interculturalidad en salud a través de espacios que brindan un reconocimiento a los médicos tradicionales.
“A pesar de no tener una formación académica como la que tienen los alópatas, los médicos tradicionales cuentan con conocimientos que se van transmitiendo de generación en generación y que se suman a otras características propias del ser humanos como es tener algo que llaman un don. Por eso, no todos tenemos las mismas habilidades para aprender ciertos métodos de la medicina tradicional mexicana. Ellos han aprendido de otras personas. Es un legado la transmisión de conocimientos, casi siempre es por vía oral desde que lo identifica la persona que es un maestro, empieza a enseñarle y hay muchas maneras de aprender”, apuntó.