Milenio Puebla

Terror: ¿por qué nos gusta en la ficción?

-

C omo si la realidad no fuera suficiente (simplement­e échenle un ojo a Ecatepec en estos tristes días) siempre hemos encontrado la forma de encontrar entretenim­iento en las cosas que más nos aterran. Y que no quede duda, un psicópata quien por definición es incapaz de sentir empatía al asesinar gente, es la trama que por más de 40 años ha triunfado a modo de Michael Myers en las diversas entregas de Halloween. Yo nunca he sido fan del género, pero reconozco a los millones (entre ellos varias de mis mejores amigas) que sí lo son. Y aun más, puedo reconocer que una cinta está bien hecha, aunque nos haga sufrir como nada en esta vida.

Así que además de platicar con la eterna y maravillos­a protagonis­ta de estas cintas, también lo hicimos con dos hombres que nos pueden explicar mucho de la materia. El primero es el director de la más reciente entrega de Halloween, David Gordon Green.

“Creo que tenemos cierta tendencia biológica de dejar salir todo eso. Y en un mundo donde cada día hay un encabezado traumático o ansiedad en el trabajo o algo que te cause mucho estrés, creo que ir con un grupo de personas y solo hacer el ejercicio de tener miedo, es tan sano como ir a una clase de yoga y estirarse con un montón de personas”.

Tiene sentido su explicació­n, supongo. Aunque nunca se me hubiera ocurrido comparar el yoga con el género de terror. Pero me gusta. Y es verdad, por suerte me tocó ver esa cinta con un buen grupo de amigos y la experienci­a fue completame­nte distinta a que, si hubiese ido sola al cine, una de mis actividade­s favoritas para relajarme en la vida.

Ya compartire­mos también lo que tiene que decir el creador de todo esto y emblemátic­o cineasta de terror, John Carpenter, quien asesoró todo lo que ocurrió en esta nueva versión, donde decidieron ignorar todo lo que había pasado después de la primera entrega hace 40 años y le dieron con todo a lo que había pasado con el personaje de Laurie Strode.

Y déjenme decirles algo fantástico. Ya lo verán en la cinta. Lo pueden leer en la entrevista con la que abrimos esta sección. Pero si estamos buscando una manera de confrontar nuestros peores terrores a través del entretenim­iento, no me imagino nada mejor que un personaje que no solo los asume sino que los confronta. Como preguntaba mi brillante colega y amiga Linda Cruz, ¿“A qué le tienes más miedo? ¿A la maldad o a la locura? Aquí no hay corrupción. No hay razones. No hay salida aparente. Pero, sin contarles de ninguna manera lo que pasa en la cinta, lo que sí hay es algún tipo de redención. No la que imaginan. No hay, nuevamente como en la vida, salidas fáciles. Pero sí hay algún tipo de catarsis. Y si mi entretenim­iento me da eso, entonces me doy por más que bien servida. ¿En serio? ¿Palomitas de Cantinflas? ¿Alguien que tenga la edad para haber visto sus cintas en la pantalla grande y de estreno gusta compartir a lo que sabían? ¿Los días que pasaban en enormes bolsas en el suelo? ¿El intermedio para que saliera la gente a comprarlas? ¿A lo que sabían? ¿Lo que el entonces sindicato tenía que ver con ello? Asumo que, aunque estas se venderán en un supermerca­do, habrán superado todo ese horror del ayer cinematogr­áfico.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico