ESTADO CUADRUPLICÓ NÚMERO DE DONACIONES DE 2014 A 2018
A pesar de las campañas para incentivar la donación de órganos, entre la población hay resistencia por diferentes razones, desde religiosas hasta la falta de conocimiento sobre las bondades del esquema que permite salvar vidas. En la lista de espera, apar
En Puebla, más de mil 500 personas se encuentran a la espera de un órgano que les sea trasplantado para mejorar su calidad de vida. Su futuro depende de que alguien quiera donar y que sus familiares apoyen la decisión, de lo contrario, continuarán en una lista como posible receptor.
En la lista de espera, aparecen personas que necesitan de un riñón, córnea, hígado, tejidos, o corazón.
Martha Elena Barrientos Núñez, responsable de la Unidad de Trasplantes de los Servicios de Salud del Estado de Puebla, explicó que la suma de esfuerzos entre los sectores público, privado y social permitió multiplicar la cifra de donaciones de órganos y tejidos, tanto de manera voluntaria y post mortem.
“La gratitud de los poblanos ha crecido. En 2014 solamente había 22 donaciones, actualmente tenemos, de enero a septiembre de este año, un total de 90 donaciones. Prácticamente se cuadruplicó el número, pero es algo que no se puede lograr sin la solidaridad de los poblanos”.
Donar para que otros vivan
Puebla se ubica entre las diez entidades del país con más donaciones post mortem, acción que se logra gracias a coordinadores que en momentos de duelo gestionan con familias utilizar órganos o tejidos para trasplantes.
“Es un proceso complicado. Los coordinadores se encargan de pedir la donación en un momento de gran dolor y se hace esa pregunta que a veces para muchos es insensata. Cómo en este momento que estamos llorando porque alguien perdió la vida, alguien más viene y nos pide que donemos para que otros vivan. Muchas veces esto hace que las donaciones o las entrevistas de donación sean difíciles, o negativas. Hay mucha gente que dice que no, que no está de acuerdo y obviamente también es aceptable”.
De acuerdo con la Ley General de Salud, una donación parte del consentimiento tácito o expreso de una persona que manifestó la voluntad de disponer de sus órganos en vida o después de su muerte.
Sin embargo, el proceso es complicado. Barrientos Núñez señala que la religión, el desconocimiento o no manifestarlo de manera previa a la familia, genera un rechazo inmediato a la donación.
“Mucha gente todavía nos contesta que no aceptan porque su religión no lo permite y ésa es una complicación muy grande. Es importante comentar que la mayoría de las religiones aceptan la donación.
En Puebla hay entre un 50 a 60 por ciento de negativas familiares. “Esto quiere decir que efectivamente estamos trabajando, pero nos hace falta redoblar esfuerzos. A veces es bonito que las familias nos digan que no aceptan la donación porque lo platicaron de manera previa y el paciente dijo desde el principio que no quería donar. Esa es una entrevista que no se revertirá. Sin embargo, cuando no se habla de una donación en vida, cuando no se dice lo que queremos que nos hagan cuando fallecemos, ahí, sí se presenta un gran conflicto porque las familias tardan en saber qué decisión tomar. No sabemos qué es lo quería, nunca lo platicamos, lo consultan como familia para tomar una decisión y eso a veces hace que el duelo crezca. Otras familias están de acuerdo y todo el proceso se hace de una forma más rápida”.
Reflexionar en vida
La responsable de la Unidad de Trasplantes de los Servicios de Salud del Estado de Puebla, Martha Elena Barrientos Núñez, afirmó que el objetivo es llegar este año a las cien donaciones y salvar decenas de vidas.
De esta manera reconoció a las familias altruistas que aceptan la donación de órganos y tejidos de sus seres queridos.
“Casi todos los casos de los que pueden ser donantes multiorgánicos regularmente son gente joven que ha sufrido un accidente que
En 2014 solamente había 22 donaciones, mientras que en lo que va de 2018 van 90 donaciones Puebla se ubica entre las diez entidades del país con más donaciones post mortem
deriva en lesión cerebral y que les ocasionó la muerte encefálica. La mayor parte de la donación ocurre en el rango de los 12 años a 50 años de edad”.
De donadores cadavéricos se puede obtener: corazón, pulmones, hígado páncreas intestino, tejido musculoesquelético, córneas, piel, tendones y ligamentos.
Mientras que por donación voluntaria se logra la procuración de un riñón, parte de hígado, hueso o piel.
En lista de espera hasta dos años
Los pacientes en lista de espera de un órgano o tejido pueden pasar desde quince días hasta dos años para ser trasplantados.
Tanto el donador como el receptor deben acreditar todo un protocolo para que se logre la procuración y el trasplante.
“Cuando uno quiere ser donador en vida lo primero es que no se perjudique la salud. Podemos donar un riñón, segmento de hígado, piel o un fragmento de hueso, pero son pequeñas cosas que no deben de afectar la vida cotidiana de una persona. En este caso, el donador en vida lleva un protocolo en el que interviene un internista, cardiólogo, urólogo, ginecólogo, toda una cantidad de médicos que hacen que verifiquen que esta persona se encuentre completamente sana y que no se le perjudicará si se la hace la extracción de algún órgano o tejido”.
“Ser receptor depende de criterios de asignación y distribución que no dependen de un número consecutivo en la lista de espera. Dependerá de muchas cosas. Cuestiones médicas, compatibilidad, el tiempo que tarda un paciente en llegar al hospital, este proceso debe ser muy rápido. Depende de donde viva el paciente, si tiene protocolo completo. Si el paciente no está enfermo, desde una gripe complicada o una neumonía. Son muchos factores los que determinan a quién se le asigna un órgano, pero lo importante es que la gente sepa que si es una donación de Puebla es la primera lista que se agota si no hay nadie se va a nivel nacional”.
“Algunos pacientes tienen grupos sanguíneos muy difíciles de encontrar y hay casos en que tardan hasta cuatro años en lista de espera. Otra de las complicaciones es que se les llama y en ese momento padecen una enfermedad que los limita para entrar al quirófano. En ese momento no se trasplanta y se busca otro donante o receptor”.
Tan sólo el IMSS tiene en lista a mil 368 pacientes en espera de un riñón y 119 de una córnea.
Cultura de donación y trasplantes
Puebla se coloca en el cuarto lugar nacional en trasplante renal y como sexto en córnea.
Hasta septiembre de este año se lograron 273 trasplantes tanto a niños, jóvenes y adultos de los que 126 fueron de riñón y 147 de córnea.
En la entidad poblana, un total de trece hospitales cuentan con la acreditación para la extracción de órganos y tejidos.
Entre los hospitales acreditados en el caso de los servicios de salud del estado de Puebla se encuentran:
Hospital del Sur, Hospital para El Niño Poblano, Hospital General de Cholula, Hospital General del Norte, Hospital Zacatlán, Hospital Teziutlán, Hospital Tepeaca, Hospital Huejotzingo, Hospital de Huauchinango, Hospital de Libres.
El Hospital de Alta Especialidad San José y el Hospital de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Hospital Regional del ISSSTE para donación y trasplante, y el Hospital de Especialidades 5 de Mayo del ISSSTEP. Mientras que en el sector privado destaca la acreditación de Cruz Roja, Hospital Beneficencia Española de Puebla, Hospital Ángeles, Clínica Oftalmológica Lazcano, así como los Hospitales Christus Muguerza Betania y Upaep.
Como parte de la estrategia para reforzar la donación de órganos y tejidos, en Puebla se instaló el Consejo Estatal de Trasplantes, en el que intervienen autoridades de los tres órdenes de gobierno.
“El objetivo es promover, apoyar, y proponer todas las acciones en materia de trasplantes que se deriven dentro de todas las instituciones locales de salud en el estado de Puebla, si nosotros homologamos las actividades de donación, pretendemos que el programa siga creciendo”.
Donadores
A través del programa Tu licencia da vida, más de 45 mil personas han manifestado su interés en la donación de órganos y tejidos.
Al momento en que una persona tramita su licencia de conducir expresa su intención de sumarse a esta acción altruista.
Martha Elena Barrientos Núñez, explicó sobre medios que permiten informar a la familia el deseo de donar al momento de la muerte.
“No hay documento legal más que uno que emite el Centro Nacional de Trasplantes para pronunciarse a favor de la donación, pero si no lo portas al momento de tu muerte o no lo enseñas no tiene ningún valor.
La tarjeta de donación o la tarjeta de conducir, son medios para informar a la familia sobre la decisión a favor o en contra. En el caso de la licencia de conducir, sí creo que funciona porque si llegas a una dependencia a tramitarla, te preguntan si quieres ser donador y jamás lo habías pensado, puede ser que en ese momento puedas analizarlo y tomar una decisión”.
Conforme a datos de la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes, el 23 por ciento de las licencias de conducir emitidas en 2017 fueron de donantes de órganos y tejidos.