Desde peces hasta chalupas, las ventas en panteones
El Panteón Municipal fue uno de los que recibió mayor cantidad de visitantes; alrededor de la zona se formó un congestionamiento vial, por el cierre de algunas calles.
En las inmediaciones de los panteones que se visitaron durante las festividades por los días de muertos se instaló un conjunto de vendedores ambulantes para ofrecer productos, tan diversos como peces de ornato y cangrejos vivos, hasta juguetes, y por supuesto una gran cantidad de alimentos, además de la tradicional venta de flores de cempasúchil.
El Panteón Municipal fue uno de los que recibió mayor cantidad de visitantes y alrededor de la zona se formó un congestionamiento vehicular, debido al cierre de algunas vialidades, como en la 35 Poniente, donde se instaló un grupo de vendedores ambulantes desde la madrugada del primero de noviembre, aunque la cantidad se incrementó durante el viernes.
Durante un recorrido realizado por MILENIO se pudo detectar la venta de productos no directamente relacionados con las festividades, como variedad de peces de ornato y plantas acuáticas, juguetes, gorras deportivas; pero los ambulantes principalmente se instalaron para le venta de comida y por lo tanto había una gran variedad de alimentos, tales como cemitas, chalupas, carnitas, filetes de pescado, mojarras fritas y tacos al pastor, entre otros.
Pero no sólo las agrupaciones de vendedores ambulantes aprovecharon la concentración de personas que tuvo lugar en el Panteón Municipal, también algunas empresas refresqueras mandaron a sus empleados a vender paquetes de refrescos en lata y embotellados, aprovechando el calor que se registró durante la mañana y hasta cerca de las tres de la tarde, cuando el clima cambió.
Sin embargo, el grueso de vendedores se dedicaron a la venta de flores, algunos de los cuales eran directamente productores de la región del Valle de Atlixco, aunque otros eran revendedores, además de que, de las ventas, también se vieron beneficiados los negocios que habitualmente se encuentran en las inmediaciones, pues algunas personas también eligen llevar arreglos florales a sus familiares o amigos fallecidos.
Otras personas se vieron beneficiadas del gran número de visitantes del panteón, como los que se dedicaron a cuidar automóviles que estacionaron los conductores en las calles aledañas al panteón, además de que algunas personas se colocaron en las esquinas de las calles para vender botanas. Sin embargo, con la lluvia que azotó la capital, cerca de las cuatro de la tarde, la cantidad de personas que llegó a los panteones bajó considerablemente.
Por otra parte, a las afueras del Panteón Municipal se instaló un centro de comando de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal equipado con cámaras de vigilancia, con la intención de tener una mejor respuesta frente a un evento de emergencia. Frente a la entrada del panteón también se colocaron ambulancias y funcionarios de Protección Civil Municipal, denominados Relámpagos, que prestan servicios de primeros auxilios.
Dispositivos de seguridad similares se instalaron también en otros panteones particulares como el de La Piedad, el Panteón Jardín y el de la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, pero la mayor cantidad de personas se concentró en el municipal, el cual, por cierto, llegó ya casi al cien por ciento de su capacidad para el entierro de difuntos, pues solo cuenta con aproximadamente 80 espacios disponibles.