Reforcemos la prevención
Ante
la inminente legalización del uso de la mariguana en algunos casos específicos en el país, será indispensable que se incrementen los presupuestos públicos y privados para promover y difundir los programas de prevención de adicciones que sean una alternativa de equilibrio ante esta circunstancia en nuestra sociedad.
En mi convicción personal decidí desde que iniciaron los debates sobre la legalización de esta droga, evitar posicionamientos públicos y ser observador de cómo evoluciona el tema en la opinión pública y en los diferentes nichos sociales interesados en el sector, desde los potenciales consumidores, hasta el sector salud que deberá, generar contrapesos para integrar esta medida como país.
Así que a estas alturas de los acontecimientos, sigo pensando que es ocioso entrar en un debate que seguramente habrá de prosperar a favor de la regulación del uso de esta sustancia psicoactiva y más bien ante lo irremediable, debemos comenzar quienes estamos inmersos en el mundo de las adicciones a generar líneas de información y educación que configuren un amplio programa nacional de prevención con énfasis especial en el cannabis.
Debemos decir en voz alta que la mariguana es una droga que puede causar adicción y como tal generar los efectos secundarios que trae consigo esta enfermedad con su consecuente deterioro neuronal.
Hay que desmitificar las versiones sesgadas de que por ser una planta natural es menos nociva que otras sustancias o que las consecuencias de su uso continuado son menos riesgosas que otras drogas.
El uso y abuso durante la adolescencia puede generar daños neuronales irreversibles, debido a que en esa edad aún se está desarrollando el cerebro y puede sufrir alteraciones.
Así como las campañas permanentes para alertar sobre los efectos nocivos del tabaco y el alcohol, otras dos drogas que se comercializan legalmente, hay que ser muy específicos en todos los daños que trae consigo el consumo de la mariguana y darlos a conocer en campañas universales que estén dirigidas a población abierta y en algunas específicas a sectores de riesgo.
Tomando en cuenta los resultados de la última encuesta nacional de adicciones y la experiencia en otros países, no es difícil deducir que las medidas que se están promoviendo a nivel legal en el país, harán que aumente el consumo de esta droga y por ende, proporcionalmente puede aumentar el índice
_ de adictos a esta sustancia.
Ante lo innegable comencemos a desplegar esfuerzos porque además de prevención, desafortunadamente se multiplicarán las necesidades de tratamiento por adicción a esta sustancia.
“La mariguana es una droga que puede causar adicción”