Comisiones y Texcoco, dos errores
López Obrador se entercó cuandonoteníaqueentercarseycedió cuando no tenía que ceder. Sus decisiones sobre el aeropuerto y las comisiones bancarias debieron invertirse: debió rectificar acerca de Texcoco y mantenerse con respecto a revisar los cargos que cobran los bancos.
La propuesta de Morena de eliminar comisiones bancarias dista mucho de ser ideal. Aborda el problema de una manera autoritaria, poco conciliatoria. La forma definitivamente no fue la correcta. El Senado no es el vehículo indicado para abordar el tema. Ese papel le corresponde al Banco de México. Habría sido conveniente involucrar a otros jugadores —incluidos a los bancos— en el desarrollo de la iniciativa.
Pero el fondo de la propuesta tiene sustento. Las comisiones bancarias sí son elevadas en México y muchas no tienen razón de existir. El principal negocio de los bancos debe ser canalizareldinerodelosahorradoresaproyectosproductivos, no cobrar comisiones. Y, sin embargo, algunos bancos obtienen más de una tercera parte de sus ingresos por esta vía. El año pasado los usuarios del sistema bancario pagamos másde100milmillonesdepesosencomisiones. Los bancos extranjeros que operan en México generanunporcentajedesusingresossignificativamente mayor en nuestro país por comisiones que en sus países de origen.
Los bancos tienen argumentos para justificar sus cargos, algunos de ellos razonables que merecen tomarse en cuenta. Sin embargo, Morena no es el único en señalar el alto costo de las comisiones bancarias. Este diagnóstico lo comparte la propia administración de Peña Nieto; la cual, a través de un reporte que publicó hace unos meses la Condusef, llegó a conclusiones similares.
Al darse a conocer la iniciativa de Morena, la bolsa, y en particular las acciones de los bancos, se desplomaron. Solo tuvo que pasar un día para que AMLO decidiera frenarla y se comprometiera a no meterse con el sector financiero en sus primeros tres años de gobierno. Sí, la propuesta fue precipitada y mal instrumentada, pero el tema de las comisiones bancarias merecía ser abordado más a fondo, no ser descartado por completo.
El contraste con su postura con el nuevo aeropuerto de Texcoco, un proyecto que era evidentemente la mejor opción para el país, es de llamar la atención. En ese caso sí debió recapacitar y no lo hizo.
De hecho, uno de los problemas de la propuesta de Morena sobre las comisiones fue su mal timing, ya que vino poco tiempo después de la pésima decisión de cancelar Texcoco.
Estoy seguro de que la reacción del mercado y de los medios de comunicación a la iniciativa de Monreal habría sido distinta si el NAIM se
_ hubiera ratificado. Habría tenido mucho mayor tracciónyhabríasidomejorrecibida.Elentorno habría sido más benigno.
AMLO tiene sus prioridades cruzadas: está peleando batallas equivocadas y retirándose de las que vale la pena luchar.