Pablo Ruiz
“No me imagino una mesa de ‘negociación’ tratando con los grandes capos”
Como estamos y con lo que tenemos, la propuesta del Plan Nacional de Paz y Seguridad del presidente electo, lo menos que debe merecer es el beneficio de la duda, alentada por la presencia de las fuerzas armadas en la creación de la Guardia Nacional.
Empero, no podía faltar el prietito en el arroz, y este tiene que ver con la oferta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de “negociar”, “bajar penas” y “desarmar” a los carteles de la droga y a los poderosos grupos de la delincuencia organizada.
El perdón de las víctimas a los delincuentes para hacer justicia, como lo plantea el plan, como la parte de la propuesta de amnistiar a los criminales, tiene otras aristas difíciles y polémicas, tanto para su legislación como para la implementación.
Miles de víctimas de los criminales que asesinaron de diferentes formas a sus familiares, como le ocurrió recientemente a la diputada federal de Veracruz por Morena, Verónica Medel, se verán en un predicamento para “perdonar” a los sicarios que privaron de la vida a sus seres queridos.
Este capítulo del perdón y la amnistía mediante la negociación, será la parte más polémica, porque la ley se aplica a seca, en la medida que la vida no tiene ningún punto de negociación porque el delito, dependiendo de su gravedad, debe castigarse a cabalidad.
No me imagino una mesa de “negociación” de gobierno tratando con los grandes capos, sicarios criminales y sanguinarios, secuestradores y asaltantes, llegar a un acuerdo para deponer de armas y fechorías, para ahora sí, portarse bien e integrarse a la sociedad.
Sin embargo la propuesta de crear la Guardia Nacional es una fórmula novedosa y genera expectativas en los resultados inmediatos en las 266 regiones y las 150 coordinaciones, principalmente en los estados con mayores índices delictivos, donde estarán involucrados los tres niveles de gobierno.
La Marina y Ejército, inicialmente con las respectivas policías, con la Policía Federal y posteriormente con la incorporación
_ de efectivos castrenses, más 50 mil “ciudadanos” capacitados, será la prueba maestra que empieza el 1 de diciembre, y la ruta para llegar a los resultados, en tres años, tendrá sus costos, algunos muy dolorosos.
La propuesta de crear la Guardia Nacional es una fórmula novedosa