Momento migratorio clave
El futuro de cerca de nueve mil migrantes que forman parte de las caravanas que se encuentran en México, está en proceso de definición luego de que comenzaron a ser rechazados por Estados Unidos.
La opción para la mayoría de migrantes será quedarse en México, en ciudades de la frontera o en estados como Puebla donde puedan encontrar seguridad para sí mismos, un trabajo e ingresos económicos.
El rechazo de los migrantes por parte de Estados Unidos era predecible. Las medidas tomadas por las autoridades estadounidenses afectaron a sus propios ciudadanos y a mexicanos que tienen que cruzar la frontera con la Unión Americana en la zona de Tijuana.
La Garita de San Ysidro, en la frontera Tijuana-San Diego, fue cerrada durante las primeras horas del lunes tanto para automovilistas como para peatones por espacio de dos horas, ante la presencia de migrantes centroamericanos que buscan cruzar a Estados Unidos.
En la frontera de Tijuana, miles de personas cruzan a pie o en automóvil por la garita internacional como turistas, trabajadores y hasta por servicios médicos. Todos fueron afectados ante la decisión del gobierno de Trump de cerrar sus fronteras.
De acuerdo con personal de la Oficina de Aduanas y Protección, el cierre fue “necesario para la instalación de infraestructura que reforzar el puerto de entrada, poniendo una especie de barricada con alambre de púas.
Como parte de las medidas de seguridad, Estados Unidos colocó un dique y añadió un cordón de concertina a lo largo del lecho y los bordes del río Tijuana, con la intención de evitar que la Caravana de Migrantes cruce la frontera.
Las medidas adoptadas por EU, en el fondo, tenían un mensaje con destino a sus propios ciudadanos: Trump ordena acciones de seguridad para proteger a su país. Al mismo tiempo, se envía un mensaje a los migrantes: no serán recibidos. Por la noche, se dio a conocer el retiro de militares de la frontera con México, lo cual confirmó que en el fondo, todas las medidas adoptadas por Trump tenían fines políticos ante las elecciones. Ahora, el problema lo tiene México que vive momentos de polarización: una parte optar por apoyar a los migrantes centroamericanos y otra, pide expulsarlos. La decisión no es sencilla y México, ya sea el gobierno actual o el gobierno entrante, está obligado a presentar alternativas para garantizar el respeto a los derechos de sus ciudadanos y de los migrantes.
México está obligado a presentar alternativas para los migrantes