“Siempre les di lo mejor que tengo”

Pachuca. El Chaco asegura que en los equipos en los que jugó nunca se guardó nada, y se retira sin deudas del futbol

Las canas ya se asoman en la corta cabellera de Christian Giménez y en ellas se delata la edad de uno de los futbolistas más queridos en el futbol mexicano. “Me siento bien, me veo bien, pero en la cancha ya no es lo mismo”, dice antes de iniciar la entrevista con La Afición, y cuando recuerda el porqué tomó la decisión de retirarse del futbol.

Este fin de semana, Pachuca busca su boleto a la Liguilla enfrentando al León, y podría ser el último juego del Chaco, si los Tuzos no logran el pase. Dentro de la importancia del cotejo, también está la nostalgia por un jugador al que se le valora por lo que dio en la cancha, y también por la sencillez y pasión con la que se entregó en cada juego. Christian Giménez explica que, incluso a estas alturas, “hay gente que todavía me dice que me quede seis meses más, pero es difícil cambiar la decisión”.

¿Qué te llevas del futbol?

Fui muy leal al futbol, fue muy difícil mantenerme, más cuando llegas y eres un extranjero más, que después me naturalicé, llegué a la selección y la gente me agradece por ser mexicano. Nunca me guardé nada, siempre le di lo mejor que tengo, y Cruz Azul no me debe nada ni yo a él. Me hubiera gustado trascender. En Pachuca se da todo muy natural, hasta el tema de los títulos, en Cruz Azul fue similar, pero sin los logros.

¿Con qué instante te quedarías de tu carrera?

Cuando jugué con mi hijo (un amistoso contra Pumas en 2016), es algo que tengo tatuado en la piel, así que lo llevaré hasta el día que me muera. Estoy viviendo un momento difícil con la salud de mi hijo, creo que eso es lo más complicado que me ha tocado vivir y a veces creemos que por ser famosos somos superhéroes. La paso mal, la paso difícil, a veces te sientes vulnerable, sin saber el camino exacto en el que puedes transitar, y también para dar ese pequeño empujón. Estoy agradecido por todo y sé que Dios pone las cosas en su lugar y nos va a sacar adelante.

¿Te dolió cuando te criticaron por naturalizarte mexicano?

El tema es lo que uno transmite, lo que ha dejado. Cuando me tocó naturalizarme, me señalaron mucho por eso. Yo tengo tres hijos mexicanos, llevo 15 años en México. Planeando después de mi retiro qué voy a hacer, y cuándo dijimos 'qué hacemos', pues nuestro país es México. Esa gente que me señaló en su momento, fue por tener un poco más de lugar en la televisión o no sé. Me siento mexicano, y este país lo siento muy adentro de mi corazón. Cuando canté el Himno Nacional se me erizó la piel y dije ‘¡soy mexicano, cabrón!', es algo que no voy a olvidar nunca, el cantar el himno con 100 mil personas que estamos sintiendo lo mismo fue maravilloso.

“Cuando jugué con mi hijo es algo que tengo tatuado en la piel… lo llevaré hasta el día que me muera, con eso me quedaría de mi carrera”

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Es la nostalgia por un jugador al que se le valora por lo que dio en la cancha

¿Lloraste con los fracasos de Cruz Azul?

Sí, por el esfuerzo que ha hecho el club y que no se da. Lo ves tan cerca y de repente lo ves tan lejos. Hay momento que lloré y no solo ahí, cuando hay injusticias futbolísticas; no porque seas jugador profesional o famoso no vas a tener sentimientos.

¿La caída más dolorosa fue perder esa Final de 2013 contra América?

Me duelen más las lesiones que una derrota. Fue el clásico rival, pero no tengo duda que habrá una revancha.