El cinturón solo es el primer paso
Boxeo. Con el campeonato en sus manos, Emanuel Navarrete aseguró que ahora sí se siente como monarca del mundo. Sabe que el camino será más complicado, pero confía en sus cimientos
El Vaquero, El trabajar durante años en la construcción le dio a Emanuel Navarrete las bases para saber que si quiere algo sólido está obligado a tener una buena base y por eso el gimnasio fue desde hace varios años su búnker, su refugio en donde soñó con algún día poder alzar un campeonato del mundo y llevar a su familia ese cinturón que sus tíos y primos no pudieron conquistar.
Seis años después de su debut en el boxeo, el peleador de 24 años es dueño de la corona mundial supergallo de la Organización Mundial de Boxeo, que le arrebató al que era toda una promesa, el ghanés Isaac Dogboe.
“Antes batallaba bastante, bueno no bastante porque había trabajo. Pero sí, el hecho de trabajar en la construcción era difícil. Trabajar, entrenar, correr, era muy difícil. Pero solamente Dios sabe porqué hace las cosas y creo que eso me ayudó para ahora ser campeón. Ahora muchos saben a quién le gané, le gané a Dogboe, el mejor de las 122 libras y no fue fácil, aunque se miró así”, dijo en entrevista con La Afición el peleador que mantiene una foja de 26-1, con 22 nocauts.
Ahora con el título en sus manos, Navarrete sabe que comenzó el camino con el que siempre soñó y está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias.
“Me van a volar la cabeza”
Ya con el cinturón descansando en el hombro, El Vaquero es consciente que le tocará transi- tar un camino desconocido, pues a partir de ahora todo aquel que se suba al ring buscará quitarle el campeonato a como dé lugar.
“Sé que ahora todo el que me enfrente buscará como sea quitarme lo que tanto trabajo y lágrimas me costó, subirán a arrancarme la cabeza, pero yo haré el trabajo bien y lo mantendré por mucho tiempo, no importa quién esté del otro lado”, declaró el peleador, quien cuando firmó contrato para retar a Isaac Dogboe accedió a otorgar una revancha directa en caso de que ganara.
Ahora el orgullo de Ghana busca el desquite para abril y el mexicano está obligado a concedérselo, pero no duda en que logrará repetirle la dosis si el africano intenta reconquistar el cinturón, que ayer le fue entregado en la Ciudad de México.
“Antes batallaba bastante con el trabajo y el gimnasio, pero todo eso me ayudó a llegar a donde estoy ahora” Emanuel Navarrete
Campeón mundial mexicano