La femenil sí se corona en Mundial
Copa Oro. México logró su octavo título del área al vencer a los Estados Unidos
Brasil hizo buenos los pronósticos en su propia casa para vencer con 10 hombres 3-1 a Perú y alzarse como campeón de la Copa América por novena vez.
Christian Pulisic aplaudía con coraje para alentar a sus compañeros. Estados Unidos buscaba el empate, pero no les dio el tiempo para anotar, y minutos después de esa escena, la tribuna se desbarataba en el festejo, porque el árbitro había silbado el final del partido,y México conseguía con un solo tanto su octava Copa Oro. El primer gran objetivo de Gerardo Martino.
Los jugadores se abrazaron, hicieron una rueda, saltaron, se quitaron la camisa y luego se felicitaron con el cuerpo técnico. El Tricolor sufrió para conquistar este torneo, pero lo hizo con aplomo, ante un rival que también se desvivió en la cancha, y que también pasa por un cambio de proceso.
México arrancó titubeante, con distracciones que le abrieron oportunidades al rival. Si no se vio herido fue simplemente por la falta de contundencia del enemigo, y la buena actuación de Guillermo Ochoa. Aunque poco le duró ese lapso. De inmediato se sacudió las piernas y fue igual de peligroso que los de casa.
El primer aviso se dio al minuto 5, cuando Christian Pulisic se plantó frente a Guillermo Ochoa, pero éste aguantó hasta el final. Tres minutos después, Jozy Altidore se enfiló de frente al marco, dejó sin oportunidad a la defensa, pero su tiro se fue muy desviado.
México tocó la puerta enemiga hasta el 15’, tras una gran jugada de Rodolfo Pizarro, el balón llegó al área y el que lo conectó fue Andrés Guardado, pero su tiro tampoco tuvo buena dirección.
En instantes, el duelo se jugó más en media cancha. La intensidad no bajaba, ambos cuadros luchaban por el esférico. Y cuando México la tenía, eran Guardado y Pizarro los encargados de darle el toque fino y preciso en los pases, para su mala fortuna metieron pocos disparos a puerta.
Al 25’, Pizarro envió la bola para Jonathan dos Santos, éste devolvió y el de Rayados intentó una chilena que tapó bien la defensa estadunidense.
Los dos equipos se acercaban tenaces al área enemiga, y las mismas fallas tenían en tres cuartos de cancha. Uno que otro des
“Somos una selección de jugadores comprometidos y merecemos el triunfo porque lo buscamos”
Guillermo Ochoa
Portero de México
“Fue por lo que vinimos y se consiguió en un escenario inolvidable, y en un clásico de la zona. Nos vamos contentos”
Andrés Guardado
Mediocampista de México
cuido rompía la tendencia. Un suspiro se dio al 41’, cuando un disparo desde fuera del área grande de Jonathan dos Santos rozó el poste, lo que hizo que los miles de aficionados se levantaran de su asiento.
La emoción más grande de los americanos se dio al 51’, cuando Jordan Morris metió un cabezazo que Guardado salvó en la línea.
El encuentro tomaba sus momentos de lucidez, pero de repente, los dos equipos parecían adormilados. Fue hasta el 73’ que México logró meter el balón a la portería rival.
Tras una buena jugada de Pizarro, Jiménez dejó de taconcito el balón a Jonathan dos Santos, quien de inmediato sacó un disparo con la pierna izquierda que sorprendió al portero Zack Steffen. Todos los jugadores mexicanos corrieron a abrazarse, porque la añorada Copa estaba más cerca. México no dejó de luchar, presionó y Estados Unidos también lo hacía. Era la fase clave del partido.
Gerardo Martino movió sus piezas, refrescó a su equipo en la media cancha, le dio más fuerza para conservar su ventaja y que Estados Unidos no lo pudiera sorprender. En los últimos minutos los jugadores mexicanos se fajaron ante el acecho enemigo. El marcador no se movió más, el Tri, de la mano del Tata, recuperó su hegemonía en Concacaf.