El voto antisistema en América Latina
Los ciudadanos forman parte de la sociedad que se construye a partir de su organización política. En esta amplia interacción entre el gobierno y los ciudadanos se forman las preferencias electorales y por supuesto la opinión pública de los gobernantes; en ese sentido durante 2018 se presentaron varias elecciones: Paraguay, Costa Rica, Colombia, Brasil, Venezuela y México; que mostraron cambios en sus preferencias y mostraron también la desafección política con el voto antisistema, es decir; votaron en contra de los partidos oficiales con altos porcentaje s de sufragio efectivo a favor de candidatos diferentes a los acostumbrados.
Aunque hablamos de naciones distintas, un
sutil detenimiento nos permite observar similitudes importantes parar et ro alimentación mutua. Como parte de la participación en el Programa Delfín dela Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAP, se realiza esta columna, yes que, basta con tomar como muestra a México y Paraguay para ilustrarlo, empezando por denotarla hegemonía de un partido institucionalizadodurante un gran capítulo de su respectiva historia. Lo que fue elPRIpa ralos mexicanos por más de 70 años, hace las veces del o que el Partido Colorado para los Paraguayos, es decir, instituciones que surgen de grandes movimientos nacionales, que se legitiman con insignia s oficialistas por muchos años, pero que ahora enfrentan panoramas cada vez más complica dos.
Con datos precisos podemos decir que Paraguay, vivió una de las elecciones más cerradas de los últimos años, con una diferencia de solo el 3.7% de los votos entre los candidatos Mario Abdó Martínez por el Partido Colorado y Efraín Alegre de la Gran Alianza Nacional Renovada. El Partido Colorado ganó, pero con un margen muy pequeño en una campaña que fue criticada por utilizar programas sociales y mecanismos cliente lares. En 2008 Para guay tuvo su primera alternancia electoral después de 70 años, al igual que en México; donde en el 2000 ganó el PAN con el voto en contra del partido oficialista, el PRI.
Lo que impactó en México fue el surgimientodel Partido Morena como ganador, que surgió
y creció en un abrir y cerrar de ojos. Hay quienes manifiestan que el triunfo de “la esperanza” da pinceladas en los avances a la democracia real, sin embargo, también está la reflexión de que no fue la verdadera fe en un nuevo movimiento la que otorgó la silla presidencial a Andrés López Obrador, sino la decepción y el recelo de los partidos de siempre lo que motivó al electorado a ejercer sufragio de castigo. Un voto anti sistema.
Ahora, hay un fenómeno interesante que analizar en Latino américa cuando se apreciaclara menteque la confianza en los partidos políticos y en los organismos electorales está por los suelos y cada vez más es casa. Se percibe claramente una crisis en la política que deja mal parado al pueblo, porque cada elección es como un experimento para ver qué pasa si le otorgamos el poder a uno u otro; a su vez, representa un reto para los partidos políticos al estar en la posición de renovarse o morir, cosa que a la larga puede ser un campo de oportunidad para el desarrollo del estado, como ente que procure el desarrollo económico y social.
Los políticos tendrán que hacer mejorestrabajos para recuperar la confianza del electorado, pero sobretodo mantener esfuerzos permanentes para no perder la. La crisis de las organizaciones partidistas, advierte que quienes incidan en la política deberán retomarlas ideologías de origen y un interés sincero por lograr el bien común, de lo contrario están condenados a perecer.