La oración y la meditación como herramientas
Sin generalizar, aunque sí de maneracomún, mucha gente al escuchar las acciones de meditar y orar solemos relacionarlo con temas religiosos, sectarios, de magia o simplemente espirituales, aunque en realidad su uso y aplicación hoy día está ligado y comprobado sobre sus resultados en la salud mental y física del individuo.
La primera terapeuta que me dejó de tarea meditar fue en Monterrey, allá por el 2007, cuando atravesaba un proceso de divorcio y cierre de ciclos y debo confesar
que al término de nuestra primera sesión cuando me explicó la técnica y de cómo debería hacerle cada día por cinco minutos hasta que nos volviéramos a ver, hacia mis adentros pensé que si para ello había yo pagado una consulta.
Una semana después regresé y le comenté lo difícil que me había resultado esa, en aparente, difícil tarea y ella esbozando una sonrisa respondió: de eso se trata, de poner la mente en blanco, de aislarse de los pensamientos, sobre todo delos obsesivos, en medio de lo acelerado que es nuestro día a día.
Recordé entonces el paso 11 del programa de alcohólicos anónimos que conozco desde 1998, nueve años antes de esa cita, que en su enunciado dice, “buscamos a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como cada uno lo concibe, pidiéndole solamente nos deja se conocer su voluntad y nos di ese la fortaleza para cumplirla”.
Fui educado en la iglesia católica, así que orar para mi era sinónimo de rezar, de pedir, de agradecer y de seguir la filocalia aprendida con las madres que me prepararon para la primera comunión en los setentas, así que tuvieron que pasar un par de décadas hasta que alguien me lo simplificara y me comentara que hacer oración es hablar con Dios, mientras que hacer meditación es escuchar le, independientemente de cómo creas en él.
Hoy, como especialista en adicciones y como master Reiki, además de hombre de fe, estoy convencido del poder de la oración y la meditación para nuestra saludholís tic ay veo con excelentes ojos que cada vez más centros de salud y clínicas de rehabilitación incluyen en sus programas de trabajo, sesiones de mindfulness o atención plena como una fórmula para tener una relación sana y consciente con nuestro cuerpo, emociones, mente y nuestra forma de interactuar.
Este sábado en la transmisión semanal de “La Alegría de vivir sin adicciones” en nuestras redes sociales abundaremos en el tema, por lo pronto, en youtube hay mucho material que te puede servir como apoyo si no tienes oportunidad de asistir a un centro para aprenderlo.
“Oración es hablar con Dios y hacer meditación es escucharle”