Solo queremos trabajar
Son tres jóvenes transmigrantes originarios de Honduras y, abiertamente, se dicen “catrachos” cuando se presentan para pedir trabajo en negocios ubicados en colonias del sur de la capital de Puebla
“No nos tenga miedo, solo queremos trabajar”, asegura uno de los jóvenes llamado Orlín, quien no tiene más de 20 años y porta una playera de la Selección Mexicana que compró en el mercado Independencia.
Los tres son jóvenes que se quedaron “estacionados” en Puebla y desde temprano
salen a la calle para pedir trabajo en los centros de abasto, en tiendas de abarrotes, en fondas o en algún otro establecimiento.
La tarde del jueves, los tres jóvenes estaban en la 87 Poniente y casi la 11 Sur, pidiendo permiso para trabajar a cambio de unas monedas o de una “comida corrida” en una de las fondas de la zona.
Con playeras deportivas y pantalones de mezclilla, los centroamericanos se acercan a pedir trabajo. Son jóvenes de piel morena, a primera vista no se distingue si son mexicanos o tienen alguna otra nacionalidad; sin embargo, cuando comienzan a entablar conversaciones, se nota el acento catracho.
La dueña de la fonda ubicada junto a la gasolinería de la colonia San José Mayorazgo, asegura que no tiene trabajo y que regresen otro día. Los jóvenes insisten en que solo quieren trabajar y piden que no se les tenga miedo.
“Venimos a trabajar. Queremos trabajar. Estamos de paso y solo por unos días. Luego nos iremos”, insiste Orlin, quien busca llegar a Estados Unidos parareencontrarseconfamiliaresybuscar un mejor nivel de vida.
En su país, las condiciones de inseguridad y pobreza son complicadas, por ello, decidió arriesgar su vida y seguir adelante. Sabe que su aspecto se confunde entre los mexicanos y, por eso, pudo llegar hasta Puebla; sin embargo, su acento lo delata.
Los tres jóvenes planean estar unos días más en el sur de Puebla y luego continuarán su viaje hacia el norte del país. Algunas personas les dicen que sigan por autobús a la Ciudad de México, para luego seguir por Guadalajara, la ruta más larga a la frontera, pero la más segura.
Por ahora, sin dinero, los tres jóvenes piensan quedarse un tiempo, juntar pesos mexicanos y luego seguir el viaje.
“Sin dinero, no más no se pude seguir. apoyarán”._ Soy catracho, pero ya comienzo a querer esta tierra. Solo Dios dirá nuestro futuro. Regresarme no está en los planes, mejor jalamos pa´l norte. Allá tenemos algo de familia y seguro nos
“Los centroamericanos se acercan a pedir trabajo”