¿Todo listo en Puebla?
Además de los nombramientos del gabinete que formarán parte del próximo gobierno encabezado por Luis Miguel Barbosa Huerta el próximo 1 de agosto y de los trabajos de transición, todo parece estar listo para que un gobernador emanado de un partido diferente a los únicos dos que habían estado al frente del estado, comience a escribir una nueva historia en la entidad.
Pese a la baja participación en las urnas en el proceso electoral extraordinario de junio pasado, en el que los poblanos eligieron nuevamente gobernador tras la muerte de Martha Erika Alonso de Moreno Valle en diciembre del 2018,
el consenso y el mayor deseo de los ciudadanos es que el cambio de partido y de grupos traiga verdaderos beneficios a la entidad y logre resolver los temas más delicados de la agenda pública, entre ellos la inseguridad.
A casi ocho meses de que en el país hemos sido testigos de un cambio de régimen que sigue polarizando en extremos a los mexicanos, entre quienes afirman qué hay que darle tiempo y confianza a la autodenominada “Cuarta Transformación” y los que dicen que el arranque ha sido errático y no hay un rumbo esperanzador, lo cierto es que como todo movimiento evolutivo, la curva de aprendizaje nos mantiene a la expectativa de que las cosas vayan verdaderamente bien.
Además de la experiencia con el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, algunos sectores de Puebla siguen escépticos de los funcionarios provenientes de Morena, tomando en cuenta las críticas que ha sufrido la representante de ese partido como presidenta municipal en la capital del estado, que le han valido incluso declaraciones de la dirigencia nacional sobre los presuntos pobres resultados de su gestión.
Quizás sea por ello que existen muchas expectativas de lo que será el gobierno estatal de Barbosa Huerta, quien en su gira de agradecimiento y en el periodo de transición ha comenzado a emular el discurso de López Obrador en temas como política social, austeridad y combatealacorrupción,porloqueseesperanmedidas similares a las aplicadas en la esfera federal.
Quizás en lo que se refiere a la política pública y a la curva de aprendizaje por la que ha pasado el gobierno de la República, si bien en el próximo gabinete poblano hay nombres desconocidos en el sector y quizás con poca o nula experiencia, algunos otros como la ratificación del secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla, ofrecen confianza por su capacidad probada y su visión conciliadora con la experiencia que le da el haber ocupado esa misma posición con un gobernador del PAN y uno del PRI, antes del próximo de Morena.
Cómo lo hemos expresado desde la campaña electoral, esperamos que más allá de la ideología política con la que vayan a gobernar, los funcionarios públicos de la próxima administración tengan capacidad de escucha, empatía, conocimiento de las necesidades y retos prioritarios de los poblanos en las ciudades y las zonas rurales, habilidad efectiva en la toma de decisiones y un deseo de que este estado sea líder directamente proporcional al número de habitantes que aquí vivimos.
Estaremos pendientes.