Se burlan de nosotros
No puedo creer que Chivas se encuentre en los últimos puestos de la tabla porcentual, luchando junto al Veracruz y al Querétaro por no descender. Lo acompaña otro equipo tapatío, el Atlas, en el tema de las bajas puntuaciones. O sea, que Guadalajara no está pesando futbolísticamente. Y esto, a pesar de la indiscutible pujanza de la ciudad, urbe principal de uno de los estados más productivos de este país, potencia agropecuaria y centro de tecnologías de punta. ¿Qué pasa allí con el futbol? ¿No van de la mano una cosa y la otra? ¿Por qué Monterrey sí y Guadalajara no?
Digamos que el actual torneo Apertura se decidirá esencialmente entre unos protagonistas de la capital de todos los mexicanos —América y Cruz Azul— y otros dos equipos de la megalópolis norteña, Tigres y Rayados. Asoman por ahí la cabeza el Toluca de Ricardo La Volpe, el Pachuca y tal vez Santos.
Afincado en Aguascalientes ya tantos años, espero otra buena participación del Necaxa en esta competición. Fue verdaderamente admirable su actuación en el pasado Clausura y una gran sorpresa para una afición hidrocálida que comenzó a apoyar verdaderamente a su equipo a pesar de que no hay demasiada tradición futbolera en esta localidad.
Sigo siendo tibio seguidor Chiva, sin embargo, y a pesar de esa falta de fanatismo no me acomodo nada a la idea de que el gran club histórico esté ahí, compartiendo miserias con los otros tres en el sótano.
Me pregunto, con todo, si el riesgo del descenso es Mis amigos, partidarios de equipos que brindan más certezas a sus fieles, se mofan ya descaradamente de mí y me avisan que Chivas se volverá, ahora sí, un equipo absolutamente nacional: privado de participar en la primera categoría, comenzará un largo peregrinaje por todos los rincones de la República. Hagan de cuenta Obrador en campaña. Bueno, pues yo me animo a mi manera: no son predicciones científicas. Son burlas de tipos jactanciosos.
No me acomodo a la idea de que el gran club histórico esté compartiendo miserias en el sótano