“Tuve mi primer novio a los 14, no me gustó la mota y nunca fui a un chippendale”
La presidenta de Unidos contra la Trata cuenta que siempre fue muy inquieta; de pequeña estuvo en un coro, tocó la guitarra, el piano y a los 20 años, a un mes de su boda, terminó con su prometido, pues “no era el indicado”
Detrás de Rosa María de la Gar(Ciudad de México,1960), presidenta de Unidos contra la Trata —organización que en casi 15 años ha ayudado a cerca de 300 niñas y mujeres explotadas sexualmente a reinsertarse en la vida—, está la historia de una pequeña que cantó en un coro, que fue guía de México y que regaló ropa a quienes la necesitaban, la de sus hermanas y mamá, tras descrubir desde entonces su vocación altruista.
Desde 1990 se dedica a la defentre otros reconocimientos naciorecibió el doctorado honoris causa res de Excelencia.
¿Cómo era Rosa María de la Garza?
¿Entonces?
Mi acta de nacimiento dice así, lo que pasa es que cuando me casé mi marido bromeando me
pá paga los platos, si eres Orozde seis hermanos, pero muy inquieta, yo creo que si en esa época hubiera Ritalín, mi mamá feliz de tenerme dopada.
¿Qué hacía?
muchas personas con necesidades yeso me dolía mucho, entonces toma bala ropa de mis hermanas o de
que llevaba a mi casa.
¿Cómo era con los amigos durante su adolescencia?
Fui guía de México, ahí aprende valorar a la gente no por lo
talentos y dones. En un campamento qué te importa si la persona vive en el Pedregal o en otro lugar, lo que te importa es que sepa prender la fogata, que sepa poner la tienda de campaña.
Creo que a los mexicanos nos falta saber hacer equipo.
¿Cómo hacer equipo en un México con muchas familias golpeadas económicamente? Me tocaron chicas que ayudé y que me robaron varias veces, tuve que decirles que no se los iba a permitir, pero que íbamos a ver cómo salir de ese hábito, que es una malformación. Solamente lo tuve que decir una
¿Cómo regaña Rosi?
Con amor firme. Así debe ser, por ejemplo, cuando recién me casé,
amorosa, pero firme y comprensiva; entendí que él había aprendido eso en la infancia, pero le dije: “Vengo de un hogar donde mi madre fue una mujer intachable,
fallar, pero no voy a permitir que tú desconfíes de mí”.
¿Qué tan bailadora fue? Antes de conocer a mi esposo estuve a punto de casarme con otro, Alejandro, quien fue mi maestro en la universidad y él era muy fiestero, amenizaba en la discoteca de moda… terminamos un mes antes de la boda, ya con todo listo, pero no era el indicado.
¿Probó alguna droga?
En la universidad una amiga me dio mariguana, pero no me gustó, creo que cuando has tenido solidez en la familia no tienes la necesidad de llenar los vacíos con drogas.
¿A qué edad tuvo su primer novio? A los 14, de manita sudada; a los 17 me rompieron el corazón y después, a los 20, pasó lo del tal Alejandro que no fue el correcto; después viví un año en Francia, y cuando regresé, entré a trabajar con mi padre y conocí a mi esposo.
¿Es feminista?
En mi hogar aprendí a amar a hombres y mujeres por igual, el trato de mi padre fue de tal forma que nunca me he sentido en desventaja con un hombre, nunca y menos en ventas.
¿Alguna vez ha ido a un chippendale?
No, porque valoro mucho a los hombres, conozco a un chico que está en uno, conozco su historia y sé cuantas veces ha querido quitarse la vida; jamás lo humillaría de esa manera, aunque él decida estar ahí.
¿Cuál fue el hecho que detonó su interés por el tema de la trata?
“Siempre he cantado mal; ahora lo hago en la regadera y afortunadamente no se va el agua”
En 2005 vi la película Laila Forever, sobre una niña de Lituania a la que su mamá abandonó, ella queda en situación de calle, la capta una red de trata, la lleva a Suecia, la prostituyen, y cuando logra escapar, se quita la vida. No paré de llorar toda una semana y entendí que nadie quiere vivir después de haber sido violada 30 veces al día.
¿Se ha afiliado a algún partido?
Agradezco al partido que me dio la oportunidad de ser diputada, pero el tema de la trata de personas no tiene partido.
¿Cómo vive con las críticas? Como dicen, la mentira corre, la verdad camina; la mentira se cansa y la verdad la alcanza, tengo que ser paciente.
Me dijo que cantaba,
¿era buena?
Lo hago muy mal, también tocaba la guitarra y el piano; ahora canto en la regadera y afortunadamente no se va el agua.