Milenio Puebla

El primo incómodo de Mario Delgado

- IVÁN TIRZO @TirzoIvan

Un

dolor de cabeza será para el gobernador electo, Miguel Barbosa Huerta, un “mirrey” que aprendió las mañas de hacer negocio con Rafael Moreno Valle; en las últimas semanas ha presumido en los antros a los que asiste que será subsecreta­rio de Infraestru­ctura.

Quienes se han topado con Mario Miguel Carrillo en los centros nocturnos, lo han escuchado decir que él está bien ‘parado’ en el nuevo gobierno -el cual inicia funciones este 1 de agostopor ser primo de Mario Delgado, fuerte contendien­te a la dirigencia nacional del partido Morena.

Ya veremos si como funcionari­o hace un buen papel, porque en sus tareas como político entregó malos resultados a sus últimos dos patrones: Rafael Moreno Valle y Miguel Barbosa.

Si no pregunten en el PRD poblano donde nadie olvida que Miguel Carrillo era muy amigo del panista y que era integrante de la tribu ADN.

El ex gobernador logró infiltrars­e hace 7 años en el Partido de la Revolución Democrátic­a, de tal modo que el “mirrey” fue postulado en el año 2012 como candidato a diputado federal en el distrito 12 en Tepeaca, por la coalición Movimiento Progresist­a (integrada por el PRD-PT-MC).

Carrillo perdió la elección, no aprovechó el efecto del aspirante presidenci­alAndrés Manuel López Obrador, quien también contendió por Movimiento Progresist­a.

En la elección extraordin­aria 2019, Miguel Barbosa, como candidato a gobernador por la coalición “Juntos Haremos Historia”, lo mandó de operador en el distrito de Cholula. Los resultados todos los conocemos; en ese distrito fueron los peores para Morena, hubo casillas donde perdió hasta 5-1 frente al PAN.

Este mismo personaje es a quien en julio lo han visto en bares y antros de la ciudad de Puebla, difundiend­o que en 2021 le pedirá la candidatur­a a diputado a Barbosa Huerta.

Para ello anhela un cargo en Infraestru­ctura para financiar su campaña en 2021. Aún bajo los efectos del alcohol, lo han escuchador decir que será el negociador de la obra pública, lo cual es una falta de respeto para el gobernador electo.

El estilo arrogante ya lo copió su secretaria particular, Emma Rosas, quien durante la entrega recepción recorrió la Secretaría de Infraestru­ctura para evaluar qué oficina es la más “fifí” para ocupar ella y Mario.

Ya veremos si como funcionari­o hace un buen papel

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