Milenio Puebla

“Soy payaso hasta en los velorios”

El “payasito de la tele” estudió odontologí­a, reconoce que el Presidente de México necesita el apoyo de todos para sacar al país adelante, y recuerda que su primera oportunida­d se la dio Multimedio­s

- PEDRO ELIZALDE

Ricardo González Gutiérrez, Cepillín (Monterrey, 1946), se declara payaso de tiempo completo, incluso en velorios está contento porque ve la muerte como algo natural, aunque no en los niños, ahí sí le reclama a Dios.

Cuando algo no le gusta lo dice de frente, porque así es la gente del norte, asegura. Reconoce haber tenido una niñez muy dura por ser el hijo de en medio.

Su origen es la Sultana del Norte, donde corrió descalzo, jugó futbol, estudió para dentista y empezó su carrera como artista infantil al ser descubiert­o en una visita a Multimedio­s Televisión por el arquitecto Héctor Ben a vi des.

¿Quién es Cepillín?

Yo. Ricardo González Gutiérrez Flores Escamilla Lara Quintanill­a Rodríguez Cantú…ese soy yo. Hijo de Rebeca Gutiérrez y de Rubén González. ¿Dónde nació?

En Monterrey, Nuevo León; calle Tapia y Amado Nervo, ahí nací hace 73 años.

¿A qué se dedica cuando no hace payasadas?

A lo mismo. Hasta en los velorios estoy contento, porque la gente que muere nace a la vida eterna, excepto cuando muere un niño, ahí sí me da cosa y hasta le reclamo a Dios.

“Soy alegre, dicharache­ro, franco; trato de pasar la vida feliz, cuando algo no me gusta lo digo, si afecta o incomoda pues ni modo, así somos en el norte”.

¿Cómo fue su niñez?

Muy dura. Mi padres fueron muy estrictos; éramos siete hermanos y a mí me tocó pagar los platos porque era el de en medio, era el ceniciento de la casa. Aunque sé que es parte de la formación en un hogar; entonces no puedo juzgar a mis papás, pero mi niñez sí fue dura.

¿A qué jugaba?

¡A todo! Era tremendo, era pata de perro. Me la pasaba descalzo corriendo por toda la colonia, primero en el centro de la ciudad (Monterrey). Jugué futbol y era muy buen portero; me gustan todos los deportes y toda la música, menos la ópera; soy cinéfilo, veo todas las películas. En casa veo el canal 235 de Sky para ver Multimedio­s de Monterrey, Nuevo León, con el arquitecto Benavides, y Acábatelo, Destardes… y todo, para que veas que estoy enterado.

¿Y cuando joven?

No fui noviero porque estaba muy feo, las chavas ni me pelaban. Tuve dos novias antes de mi esposa, con una duré un mes de novio para que te des una idea; vieja gacha me cortó. Jugué futbol, estuve en un trío, en una estudianti­na y en un grupo; tocaba solo el acordeón y así transcurri­ó la secundaria, la prepa.

¿Qué tal como estudiante? Muy bueno porque llegué a sacar 100 y muy malo porque me pasaba en faltas, no porque sacara cero. Una anécdota: llegaba a la clase de siete de la mañana en la facultad y pasaba lista, entonces le decía al maestro: González Gutiérrez Ricardo le dice que nos vemos en agosto porque no voy a venir tan temprano a la escuela, a mí me gusta dormir, entonces desde ahorita ya le digo que voy a reprobar.

“Fui así siempre. He sido rebelde, se me hacía una tontera una clase a las siete de la mañana. Cuando llegaba a la casa me decía mi mamá: ¿No hay clase de siete? No mamá ya la quitaron, echaba una mentira piadosa”.

¿Qué estudió?

Odontologí­a, en la ahora Universida­d Autónoma de Nuevo León.

¿Cuándo decide ser payaso? Gracia sala carrera, daba pláticas de higiene dental y un día llegué ala televisión a canal 12 de M ultime dios; el arquitecto Benavides me vecualidad­es porque voy pintado de payaso alas pláticas y me ofreció un programa; empecé Sabadín con Ce pillín y Lahora del a merienda y así fue seis años todos los días.

¿Por qué llamarse Cepillín?

Por el cepillo de dientes. Dije me pongo Dientito, Pastita, Colmillito, Muelita… me quedé con Cepillín.

Se reconoce cinéfilo, ¿su película favorita?

Mi personaje se llama Charles Chapl in; todos los artistas antiguos como Harold Lloyd, Stan Laurel y Oliver Hardy me encantan; según la generación, admiro a Robert de Niro, Al Pacino y Marlon Brando; de los actuales Brad Pitt.

¿De México?

¡Todos! Sobre todo los que manejan la comedia. Gozo de los albures, como los de Rafael Inclán, Alberto Rojas El Caballo, Luis de Alba, de todos soy admirador empedernid­o. Para mí el máximo artista mexicano, actor completísi­mo, comediante y músico era Tin Tan. Después de él, Cantinflas.

¿Su película favorita?

Las mías. Hice tres. No fueron más porque en televisión he hecho como 5 mil programas.

Cine, televisión, circo, ¿cuál es su preferido?

Todo lo he dominado gracias al público. Hice teatro y circo y llenaba; he grabado 27 LP con la misma compañía. En televisión nací en Multimedio­s, luego me fui a Televisa donde hice mil programas en Canal 2, y así. Pero me gustan todos.

¿Qué tal en la cocina, le gusta? Sí. Sé hacer huevos rancheros, en salsa, con jamón, con tocino… todo lo que lleve huevo, agüevo.

¿Por qué no le gusta la ópera? Se me hace aburrido.

De niño era tremendo, pata de perro; me la pasaba corriendo descalzo por toda la colonia”

“Cuando tenía clase a las 7 de la mañana, nunca asistía porque a mí me gustaba dormir”

¿Qué le hubiera gustado ser?

Lo mismo, lo mismo. Peleé mucho por serlo, si volviera a nacer volvería a ser esto.

¿Alguien con quién se identifiqu­e de cualquier ámbito? Andrés Manuel López Obrador. Porque si alguien ha sido terco es él, ha luchado desde abajo ... y ese señor que llaman loco necesita el apoyo de todos para que logre lo que otros nos robaron por 80 años.

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ESPECIAL “Soy dicharache­ro y hasta en los velorios estoy contento”.

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