El suplente y la estrella
La vida del suplente es dura, pero la de un portero suplente no tiene comparación. De todas las posiciones del plantel, la suya es la peor. Su misión es hacer mejor jugador al compañero que ocupa su
puesto, mirar todos sus partidos desde la banca, escuchar los aplausos en cada atajada, y aunque en algún momento los malos pensamientos crucen por su cabeza, esperar y pedir como todo el equipo que el titular ni se lesione ni se equivoque. Para ser portero hace falta vocación, para ser suplente de portero hay que ser un santo de la profesión. Con 32 años y un oficio rodeado de tres palos, San Miguel empezaba a mirar de reojo el futbol, pero una corazonada de Jürgen Klopp lo convirtió en campeón. En apenas unos días el solitario ex portero del West Ham pasó de entrenarse en un campo de segunda división, a darle un título el Liverpool. El entrenador buscaba un veterano que se manejara mejor dentro del vestuario, que en el área. El perfil de San Miguel encajó a la perfección, pocos conocían su nombre, casi nadie había escuchado su voz. Llegó a Anfield Road con la nobleza del gregario y la intención de trabajar como suplente. No sería un problema para Alisson. Pero una jugada macabra y un calendario apretado, le ayudaron a escapar del anonimato: cambio del Campeón de Europa, sale lesionado el portero titular, entra el nuevo sin avisar. San Miguel sustituye a Alisson en la primera jornada de la Premier y unos días después, es la clave de su equipo en la Supercopa de Europa: detiene al Chelsea en los penales y su nombre ya lo conoce medio Liverpool. Sin imaginarlo, está en la cumbre de su carrera. El futbol que cada día cuenta menos historias, todavía conserva algunas como ésta, que contrastan con historias como la de Neymar: el jugador que no quiere jugar. Mientras al portero suplente le llega la oportunidad de su vida cuando sus facultades empezarán a mermar, Neymar lanza su inmenso talento por la borda desde un yate en alta mar. Con las grandes Ligas Europeas por comenzar, la estrella brasileña prefiere descansar. Hay ocasiones en las que el futbol invierte en valores equivocados, Neymar valdrá millones, pero San Miguel es el suplente más querido de Anfield Road.
Neymar valdrá millones, pero San Miguel es el suplente más querido de Anfield Road