El libro de los guardianes. Ramón Córdoba y su obra póstuma
Apenas en junio pasado, el editor Ramón Córdoba dejó de existir. Su nombre hacia afuera del mundo de los libros apenas si suena conocido; hacia adentro era uno de los personajes más respetados de la industria, no solo por su labor como editor y verdadero amante de los libros, sino por la fidelidad a un sello, como Alfaguara, en donde trabajó buena parte de su vida sin importar los momentos vividos por la editorial con el paso de los años.
Un artesano de la edición, un convencido de que él también ejercía el mejor oficio del mundo, Ramón se graduó y fue el primer egresado de la Licenciatura en Humanidades (Literatura) de la UAM Iztapalapa; comenzó a trabajar en la industria editorial en 1981 y fue editor de Alfaguara por más de 25 años, por lo que cientos, sino es que miles, de manuscritos pasaron por su atenta mirada de lector.
Pero en su interior también había un escritor, quizá un tanto tímido, “uno de esos niños a los que nadie saca del mundo imaginario cuyas veredas conocen mejor que sus padres el camino a la casa”, escribe Xavier Velasco con el prólogo de la novela póstuma de Ramón Córdoba: El libro de los guardianes, aparecido bajo el sello de Ediciones B.
La historia es la de dos adolescentes, Gerardo y Moncho, quienesenbuscadeaventurasedirigen a una cueva de negra leyenda, en la que se enfrentarán con una entidad maligna, pero al mismo tiempo conocerán a los Guardianes, una cofradía cuyo propósito es exterminaraesosseresdeoscuridad.
Se trata de la tercera novela de Ramón Córdoba, no precisamente de horror, pero sí una historia para acercarse a la literatura, porque como anota Xavier Velasco, en su literatura suele hacer que aparezcan lo mismo Octavio Paz o el programa de Viruta y Capulina, “con igual desparpajo”.
“Hay tanto sitio aquí para el humor, la reflexión y la añoranza como para el horror que las acecha y el combate mortal que ello demanda”. Elementos que contribuyen a aproximarse a la lectura, a los libros, quizá la principal labor de un editor como Ramón Córdoba, un verdadero apasionado del arte de darle vida a un libro.