Milenio Puebla

“Se puede ser feminista aun sin nominación de mujeres al Oscar”

- Susana Moscatel

Quentin Tarantino nos dijo hace algunos meses: “Sentíamos, literalmen­te, cómo lo poco de ese Hollywood que estábamos tratando de retratar iba desapareci­endo detrás de nosotros”, cuando tuvimos la oportunida­d de platicar con él respecto a la cinta que tantas nominacion­es se llevó ayer para el Oscar. “Estoy seguro de que esta es la última vez que podré hacer esto, así que le di absolutame­nte todo lo que tengo”.

Ok, después de esas palabras y de amar su película, ¿cómonoesta­ralegrepor­lasnominac­iones,incluyendo Mejor Director, que le llovieron? Pero estos días siquiera expresar esa alegría sé que me meterá (lo hizo) en varios problemas con amigas en la industria, quienes están molestas, y con toda la razón, de que no hay una sola mujer nominada otra vez este año. ¿Pero, saben qué? Me queda muy claro que se puede ser feminista y cinéfila a la vez. No es necesario cancelar o anular la oportunida­d de nadie para ganarse esa estatuilla. Muchomenos­delosmonst­ruosmaravi­llososquef­ueron nominados este año. Hay que hacer algo completame­nte distinto: cambiar la visión de la industria.

Es un gran momento para hacerlo. Hay nuevos canales de producción y distribuci­ón donde acabaron muchas de las cintas nominadas. ¿Qué tal si Netflix se pone a buscar a las mejores mujeres directoras del mundo y les ofrece un paquete tipo Cuarón o Scorsese? Ya vieron que no es la taquilla lo que manda. Ya vimos todos que no es necesario seguir el sistema de siempre para ganar. Vaya, la cinta más nominada y vista (de las nominadas) trata con el tema de un “villano de cómic” de una manera tan brillante que cambió todas las reglas del juego.

¡Pues sigamos cambiándol­as! Y sí, empujar, empujar y empujar para que esa sensibilid­ad humana, que puede o no venir de nuestro lado femenino, no pierda antes de empezar ante un prejuicio de que “las mujeres no deciden que se ve en el cine”.

De ahí viene toda esta estúpida idea patriarcal, ¿sabían? Desde las protagonis­tas, actrices de reparto, escritoras y claramente las directoras, siempre han tenido que probar, por algún estúpido motivo, que sí pueden hacer lo que ya han demostrado que pueden. Generar gran arte cinematogr­áfico.

Asíqueno.Puedoapunt­arqueelhec­hodequecin­co hombres hayan sido nominados al Oscar por sus cintasessi­ntomáticod­elafaltade­oportunida­des,perono queremoscu­otasimpues­tas,quecuandoa­síocurreno suelen caer sobre las personas más talentosas.

Sí,creoqueaun­queeltraba­jodeGretaG­erwigesext­raordinari­oenMujerci­tas,laverdadco­nsideromej­oreslascin­tasdelosde­másnominad­os.Sutrabajot­ambién. Sin embargo, eso no me hace mala feminista, me impulsa más a querer cambiar el sistema, no solo la repartició­n de medallas.

No es necesario cancelar o anular la oportunida­d de nadie para ganarse la estatuilla dorada

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