Emprende Mónica Bárcena con Ula Light
Emprendedora. El sueño de la empresaria nació en 2005 cuando trabajaba en una firma de iluminación; revela que no ha sido fácil sobrellevar la pandemia
Mónica Bárcena Mastretta tiene como profesión el arte de la decoración de espacios a través de la luz. Es la fundadora de Ula Light, una empresa que se dedica al diseño y producción de luminarias y candiles, tanto de línea como proyectos especiales personalizados.
El sueño de crear esta firma nació cuando trabajaba en una empresa dedicada a proyectos de iluminación y venta de artefactos importados; en ese momento, se preguntó el por qué en México, pese a haber tanta habilidad y creatividad, no existía un lugar donde se pudiera fabricar este tipo de línea.
“En 1999 trabajaba en un despacho que traíamos lámparas del extranjero y ahí me di cuenta de la falta de iluminación en México. No había ninguna marca que estuviera haciendo cosas interesantes a nivel de diseño”.
De esta forma se gestó Ula Light en 2005 y Bárcena Mastretta empezó a trabajar en sus propios diseños, mismos que pudo capitalizar dos años después cuando, con el apoyo de su hermano Federico, adquirió una fábrica que llevaba 30 años de realizar lámparas. “Hacían candiles antiguos, tipos clásicos, y ha sido todo un trabajo de rediseño. Hacer las cosas más contemporáneas y poner al día el diseño de la fábrica”.
Cuenta que se enfrentaron tres etapas: al principio, Ula Light vendía a los grandes corporativos, de quienes tuvo buena aceptación hasta que llegó la competencia china, la cual introdujo sus productosaunbajocosto.Después,su cartera de clientes fueron hoteles de alto renombre; y, actualmente, incorporaron restaurantes.
“Hacemos cosas a la medida para ellos. Cada proyecto que hacemos es diferente. Ese es un reto muy bonito a nivel de diseño, porque tenemos que ver las necesidades de cada trabajo y realiza
“En 1999 trabajaba en un despacho de lámparas y ahí me di cuenta de la falta de iluminación en México”
“Hacemos cosas a la medida para ellos, cada proyecto que hacemos es diferente. Ese es un reto muy bonito”
Fundadora de Ula Light
mos un diseño especial”.Mónica y su equipo de trabajo han tenido que adaptarse y reinventarse, ya que en cada diseño buscan mostrar la esencia de México.
Apunta que otro propósito es que se conozca “nuestra maravillosa mano de obra, porque es de las mejores cosas que tenemos en México. Damos un toque de México a través de la luz”. Por ello, en noviembre pasado fue acreedora
“Logramos pagar las quincenas, no completas, hubo un poquito de reducción de salarios en los empleados”
Mónica Bárcena
a la beca que otorga Goldman Sachs dentro del programa “10,000 Women Growth Fellowship”, el cual apoya e impulsa mujeres a través de mentorías para que las empresarias establezcan vínculos estratégicos y económicos, con la finalidad de que crezcan sus proyectos y fortalezcan sus comunidades.
Mónica Bárcena fue seleccionada, porque a través de sus diseños revalora a México, su mano de obra, sus materiales y su cultura.
Cabe destacar que en cada emisión se seleccionan los proyectos de cuatro mujeres en el mundo; Mónica es la primera mexicana desde que surgió el programa en 2008 en ser reconocida.
Además, recibió un curso que incluyó finanzas y una asesoría personalizada en las oficinas centrales del Goldman Sachs, ubicadas en Nueva York, Estados Unidos.
Pandemia impacta en producción
En la actualidad, Ula Light cuenta con una plantilla de 35 trabajadores, más 50 artesanos de diferentes sitios del país, quienes destinan toda su producción para esta empresa poblana.
Mónica revela que, como empresaria, ha sido complejo sortear la contingencia sanitaria, ya que primero cayó en pánico por desconocer cómo iba a cubrir los salarios de sus colaboradores, en especial, porque la factoría estuvo cerrada tres meses. “Lo más complejo de ser fabricantes es que no puedes trabajar desde casa”.
Explica que poco a poco encontró soluciones para mantener intacta su planta laboral: “Logramos pagar las quincenas, no completas, hubo un poquito de reducción de salarios que la gente la comprendió dada la situación y afortunadamente hemos tenido algo de suerte, porque algunas de las empresas que fabricaban en China están volteando a hacia nosotros. Algunas empresas americanas y de otros lados están buscando alternativas de fabricantes más locales”.
Mónica destaca que se concretaron proyectos que les permitirán operar en lo que resta del año. “Eso nos da mucha felicidad y a mí como jefa me da la tranquilidad de que, por lo menos, podemos mantener a toda la plantilla, eso es algo que sí logré, que si entramos todos juntos a la pandemia, los 35, y los 35 salimos enteritos y la fábrica y la marca lograron resistir la embestida. Lo más difícil fueron los primeros meses y ahora tenemos la ilusión de hacer los cambios necesarios”, concluye.