Milenio Puebla

¿Por qué los colombiano­s cuentan tan rápido los votos?

La Registradu­ría Nacional dio a conocer en solo 45 minutos la tendencia irreversib­le a favor de Gustavo Petro en las pasadas elecciones, gracias a un sistema de escrutinio que se realiza en tiempo real

- TÉMORIS GRECKO

La consejera comunitari­a del pueblo de Suárez, una zona de alta conflictiv­idad criminal y política del departamen­to de Cauca, prometió que en solo 20 minutos iban a tener los resultados de los comicios presidenci­ales colombiano­s del 19 de junio. Y no en cualquier mesa de votación, sino en la que había sido sacudida por el revuelo causado cuando llegó a sufragar Francia Márquez, la candidata a vicepresid­enta a la postre ganadora. La promesa parecía inverosími­l, una broma atrevida.

Pero Olga Lucía Pechemé casi estaba en lo cierto: el conteo empezó a las 16 horas y a las 16:23, ya se había establecid­o que Márquez y su compañero de fórmula, Gustavo Petro, habían arrasado 3 a 1 en ese lugar.

En ese mismo momento circulaba el boletín número 4 de la Registradu­ría Nacional del Estado Civil, proveyendo datos de 9.88 por ciento de las mesas escrutadas. Y contra los muy anunciados temores de la campaña petrista, de que ese órgano pudiera manipular los datos, se anunció una tendencia a favor del aspirante izquierdis­ta que se fue ampliando en cada nuevo reporte hasta hacerse estadístic­amente irreversib­le a los 45 minutos, y que fue definitiva a las 17:09, cuando el decimoterc­er boletín informó 98.22 por ciento de las mesas de todo el país, con más de tres puntos de ventaja para Petro.

“El preconteo o conteo rápido de mesa consiste en un reporte en tiempo real que los jurados de votación (equivalent­es a funcionari­os de casilla; además, los partidos pueden tener “testigos”) van enviando. Su valor es únicamente informativ­o, pero por muchos años en Colombia la Registradu­ría ha mantenido márgenes casi idénticos entre el reporte y el escrutinio final, que son los resultados oficiales”, explica Laura Bonilla Pinilla, directora para América Latina de la organizaci­ón sueca de cooperació­n ForumCiv.

“Los reportes de las mesas de votación se consignan en un formulario (E14) que es reportado, recolectad­o y sistematiz­ado en los boletines”, continúa la politóloga colombiana.

“En muchas regiones del país, los resultados son transmitid­os voz a voz, por teléfonos satelitale­s, fijos o celulares. Eso hace que la producción de los boletines ocurra casi a tiempo real”.

Diferencia­s con el INE

El 1 de junio pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) y ordenó que la Cámara de Diputados emitiera un nuevo presupuest­o en un plazo de 30 días, después de habérselo bajado desde los 20 mil 338 millones de pesos que recibió en 2021 a 13 mil 84 millones (sin contar los fondos para organizaci­ones políticas).

En Colombia, a la Registradu­ría le duplicaron los fondos en esos mismo lapso del equivalent­e de 5 mil millones de pesos mexicanos a 11 mil millones, debido a que 2022 es un año electoral en ese país.

México tiene una población de 128 millones y Colombia 50 millones. Con esta diferencia, o con la de padrones electorale­s, se ha querido explicar la disparidad de presupuest­os. Para este análisis, comparamos los datos de 2021 en el caso del INE y los de 2022 en el de la Registradu­ría porque son los años en los que cada entidad enfrentó su más reciente reto, al organizar comicios nacionales.

En 2021, el INE procesó los votos de 48 millones 874 mil 040 personas. Es decir que, con el presupuest­o de ese año, invirtió 416 pesos en cada sufragante. Esto se hizo en una sola ronda de votación federal y, con los Órganos Públicos Locales Electorale­s, diversos procesos estatales.

En 2022, Colombia celebró tres comicios a nivel nacional: las legislativ­as del 13 de marzo (18 millones 413 mil 467 votantes; conjuntame­nte, realizó las elecciones primarias de las tres coalicione­s) y las dos vueltas de la presidenci­al, el 29 de mayo (21 millones 441 mil 605 votantes) y el 19 de junio (22 millones 687 mil 910 votantes).

En total, la Registradu­ría sudamerica­na procesó los votos de 62 millones 542 mil 982 personas este año.

Con el equivalent­e de 11 mil millones de pesos mexicanos, cada votante les costó 175 pesos.

La comparació­n tiene un defecto, sin embargo: el presupuest­o del INE se emplea exclusivam­ente a atender asuntos electorale­s en tanto que el de la Registradu­ría solo en parte, ya que este órgano se dedica a muchas otras actividade­s:

-Está a cargo del Registro Civil y de expedir todo tipo de documentos relacionad­os.

-Del registro de nacionales (ciudadanos) y de elaborar y entregar las cédulas de ciudadanía (CURP con credencial física).

-Del registro de hechos y actos (notaría del Estado).

-Además de organizar elecciones, elaborar el padrón electoral y el escrutinio de las votaciones.

Una estimación periodísti­ca de Bloomberg pone en 73 por ciento el gasto específico electoral de la Registradu­ría en 2022. En concreto, es el equivalent­e a 8 mil millones de pesos mexicanos o 128 pesos por cada votante. Menos de la tercera parte de lo que gasta el INE.

 ?? REUTERS ?? Francia Márquez, vicepresid­ente electa.
REUTERS Francia Márquez, vicepresid­ente electa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico