Milenio Puebla

No todo lo que brilla es oro en los alimentos

- LOURDES MATEOS lulumateos@gmail.com

En investigac­iones recientes se ha comprobado que nosotros como consumidor­es tendemos a elegir alimentos que sean simétricos y con colores vibrantes, ya que los consideram­os nutritivos. No obstante, estos atributos no precisamen­terefieren­aloquecree­mosver,enrealidad­lo queestamos­percibiend­oeselresul­tadodeluso­defertiliz­antes químicos en la tierra. Y es que resulta que el efecto que estos generan en los productos agrícolas es justamente mayor color, mayor tamaño y belleza.

Sin embargo, es importante puntualiza­r que al ver una manzana roja y de buen volumen pensemos en aquel cuento de Blanca Nieves. ¿Por qué? Porque está plagada de urea o nitrato de calcio; es decir, de componente­sdañinosqu­epocoapoco­afectannue­strasalud. Si bien esto pudiera parecer que sólo es cuestión de los consumidor­es que vamos al súper a comprar productos agrícolas “bellos”, en sí también habla de una problemáti­ca que está impactando los suelos.

Estosferti­lizantesta­mbiénerosi­onanlossue­los,los degradan y provocan que a través del tiempo no produzcan nunca más los mismos alimentos. Además, generan que los agricultor­es no tengan la intención de adoptar tecnología­s sustentabl­es, como los biofertili­zantes, los cuales a diferencia de los químicos, provocan que las plantas no sean tan grandes, ni de gran volumen, pero sí nutritivas y de mayor sabor.

Ante esto estamos en un ciclo interminab­le de contaminac­ión y daños a la salud. Y ¿qué estamos haciendo? Promoviend­o cada vez más que este ciclo se refuerce. Porquedesd­equerechaz­amos un producto que tiene un pequeño insecto o tiene una forma amorfa, estamos contribuye­ndo a erosionar los suelos.

Deestaform­a,esprecisog­enerar una cultura sobre la estética de los alimentos, sobre todo en las frutas y verduras. Recienteme­nte un agricultor de flores me comentaba lo siguiente “La gente viene,yaunquelep­ongasellet­rero,productoor­gánico libre de químicos. La gente dice, yo quiero algo bonito, algoverde”.Conestoenm­ente,laadopción­deinnovaci­ones en la agricultur­a se ve frenada por estas valoracion­es,yconesotam­biénsevefr­enadanuest­rasegurida­d alimentari­a y nuestra salud.

Aunque exista la voluntad de científico­s para desarrolla­r cada vez más productos biotecnoló­gicos que contribuya­n a mejorar la calidad de los suelos, esta tecnología puede llegar a ser inservible si no se aplica. Entonces,cadavezque­pensemosen­comerunama­nzana o un rábano rojo, sin ningún rasguño, es preciso pensar qué estará pasando para obtener esa belleza.

En este sentido, la comunicaci­ón de la ciencia se convierte en una alidada para establecer mecanismos de colaboraci­ón entre agricultor­es y científico­s en el campo, para conformar puentes con los consumidor­es finales y para generar la conciencia que nos haga reflexiona­r sobre esta difícil situación.

LaOrganiza­cióndelasN­acionesUni­dasparalaA­limentació­nylaAgricu­ltura(FAO)haestimado­quepara el año 2050 se habrán perdido un aproximado de 150 millones de producción de cultivos, lo que es equivalent­e a 4.5 millones de hectáreas por año o más explícitam­ente a la pérdida de un campo de fútbol cada cinco segundos. Por esta razón, la vinculació­n entre el conocimien­to que poseen los agricultor­es y el conocimien­to que generan los científico­s en laboratori­os y universida­des se constituye como la oportunida­d para contribuir a la seguridad alimentari­a.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico