Pues sí, avispas y avisperos
La más simple, y no por eso precisa, de las explicaciones sobre lo que ha pasado en el país respecto a la violencia desatada por organizaciones delictivas es aquello de que se “golpeó el avispero”, refiriéndose críticamente al momento en que el gobierno de Felipe Calderón desplegó al Ejército y la Marina para combatir a esos grupos.
La expresión que hemos usado en algún momento todos, seamos honestos, es un poco boba. Es cierto que cuando las avispas se sienten amenazadas reaccionan atacando, pero igual lo hacen muchos otros animales. En el fondo la frase no dice nada. Y a las organizaciones criminales hay que detenerlas y sí, pues reaccionan, no como avispas sino como lo que son, criminales.
Tanto así que en este sexenio ya hemos tenido varios ejemplos. El más importante, sin duda, es el sucedido en Culiacán cuando se intentó detener al hijo de El Chapo Guzmán y su organización salió a sembrar terror en la ciudad, lo que forzó al gobierno a tomar la decisión de liberarlo. Habría que detener al Chapito, pues sí, de acuerdo con la ley. Van a reaccionar sus cómplices, pues también. ¿Avispas? ¿Avisperos? Pues no, líderes criminales y sus huestes.
Así hemos visto otros casos en varios estados. Apenas en marzo pasado varias capturas de líderes de bandas provocaron reacciones de sus huestes en Nuevo Laredo, Colima y Chihuahua
Mismos actores, acciones, reacciones y resultados
con incendios, tomas de vialidades y terror en las calles.
En estos días tocó a Jalisco y Guanajuato cuando el Ejército mexicano irrumpió en el lugar donde estaban aparentes líderes de dos grupos criminales, según han informado tanto el gobernador Enrique Alfaro como el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La acción de las fuerzas armadas desencadenó enfrentamientos y quema de vehículos y negocios durante la noche del martes. Es decir, en el más simple de los análisis, se sigue golpeando el avispero. ¿Seguimos la misma estrategia? ¿No que ya no? ¿Qué no fueron lo de hace unos días militares haciendo un operativo contra uno o varios grupos delincuenciales?
Mismos actores, mismas acciones, mismas reacciones. Pues sí, mismos resultados. Tal vez en lugar de discutir dónde debe estar la fuerza de tarea contra la violencia deberíamos discutir qué tiene que hacer.