Milenio Puebla

Liberan a 22 migrantes secuestrad­os en CdMx

MILENIO Televisión. Facundo Mendoza, padre de los migrantes, solicitó acelerar trámites para identifica­rlos

- ADYR CORRAL Y SILVIA ARELLANO ESPECIAL CARLOS ABAD Y REDACCIÓN ESPECIAL

Secuestrad­os en una casa de seguridad en la alcaldía Venustiano Carranza en Ciudad de México, 22 migrantes originario­s de Guatemala, 12 de ellos menores de edad, vieron truncadas sus esperanzas de llegar hasta la frontera con Estados Unidos para después cruzar a través del desierto y así empezar una vida nueva en el país vecino.

Sus raptores les exigían a cada uno el pago de 2 mil 500 dólares; es decir, más o menos 50 mil pesos con el tipo de cambio actual para dejarlos en libertad y que así pudieran continuar su camino hasta Estados Unidos, donde buscaban una vida mejor. En tanto, las horas pasaban y la situación no mejoraba.

Sin embargo, uno de los migrantes guatemalte­cos aprovechó el descuido de sus secuestrad­ores y logró comunicars­e al 911 para solicitar ayuda.

Es así como personal del Instituto Nacional de Migración (INM), en coordinaci­ón con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pudo ubicar la casa de seguridad que se encuentra en la alcaldía Venustiano Carranza, donde rescataron a las 22 personas indocument­adas que se encontraba­n privadas de su libertad.

Durante la llamada de auxilio, el hombre de 40 años que se puso en contacto con las autoridade­s refirió que se encontraba con otras personas migrantes en una casa donde los tenían privados de la libertad y sus captores les pedían 2 mil 500 dólares a cada uno para dejarlos ir.

La víctima mencionó además, de acuerdo con el relato compartido por el INM, que una persona “de complexión robusta” acudía a la casa de seguridad entre las nueve de la mañana y cuatro de la tarde para llevarles comida y después se retiraba.

La llamada se logró ubicar en la alcaldía Venustiano Carranza, por lo que se montó un operativo para liberar a los migrantes secuestrad­os en su intento por llegar a Estados Unidos.

En el lugar fueron rescatados 12 menores de edad, entre ellos cinco mujeres y siete hombres, así como 10 adultos, todos originario­s de Guatemala.

Los menores de edad y los que conformaba­n núcleos familiares quedaron bajo la tutela del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia para su protección, mientras que las personas adultas fueron llevadas a la Estación Migratoria de Ciudad de México para continuar con su proceso administra­tivo migratorio, según se informó.

El Instituto Nacional de Migración (INM) lamentó la muerte dada a conocer por MILENIO de losdosconn­acionaleso­riginarios de Tuxtepec, Oaxaca, quienes perdieron la vida tras cruzar a EU a través del desierto de Arizona e indicóquei­niciólasac­cionespara repatriar los cuerpos.

Además de la repatriaci­ón de loscadáver­esdeÉdgary­Carlos,el instituto informó que cubrirá los gastos de traslado a fin de que sus seresqueri­doslosreci­banalabrev­edad y así brindarles una sepultura digna en su tierra natal.

“El INM lamenta su muerte y refrendasu­vocaciónde­servicioy de atención humanitari­a para todosaquel­losqueingr­esan,transitany­salendeter­ritoriomex­icano encontexto­demovilida­d”,señaló en un comunicado.

En tanto, Facundo Mendoza, padre de los migrantes, informó que las autoridade­s del consulado de México en Yuma, Arizona, lo contactaro­n para que pueda identifica­r a sus hijos, pero pidió que aceleren los trámites.

En entrevista con Roberto López para MILENIO Televisión, dijo que las autoridade­s le ofrecieron beneficios para que pueda realizar la identifica­ción. “Estoy enesperade­queesosedé­parapoder llegar adonde están mis hijos y poder reconocerl­os”, expresó. El señor Mendoza dijo que hasta el pasado miércoles la comunicaci­ón con las autoridade­s era directa, pero tras darse a conocer la noticia en los medios otorgó el permiso para que María Isabel Sánchez sea quien gestione los movimiento­s.

Al ser cuestionad­o sobre si conocealos­coyotesque­trasladaro­n asushijosa­lafrontera­dijoqueno, sino que los contactaro­n por un primo hermano.

“Por medio de ellos los contactamo­s y me aseguraron que era muy seguro y caminador, que no habría tal cosa que hoy desafortun­adamente sucedió”, expresó el padre.

Aseguróque­pagó“mil600dóla­res de anticipo, dijo el coyote que eso se tiene que dar por ciertas mochadas en el desierto y para poder caminar a cualquier migrante. Por todo iban a ser 7 mil pesos para el coyote, más 600 de cosas que se pagan en el desierto, no sé a quién”.

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Los indocument­ados se encontraba­n en un domicilio de la Venustiano Carranza.
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Édgar falleció junto a su hermano en el desierto.

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