Milenio Puebla

Normalizac­ión

- VÍCTOR REYNOSO vmra58@yahoo.com.mx

Montserrat Caballero, presidenta municipal de Tijuana, llamó la atención de la opinión pública nacional y de algunos lugares del extranjero, al declarar a los criminales: “que cobren las facturas a quienes no les pagaron lo que les deben, no a las familias”. La frase admite varias interpreta­ciones. Una de ellas: normaliza el cobro de piso y la extorsión. No soloacepta­esasprácti­cas,sinoquejus­tifica que los criminales asesinen (así cobran ellos las facturas) a los ciudadanos que no se dejan extorsiona­r.

La funcionari­a no rectificó ni aclaró esta declaració­n, hecha el 13 de agosto. Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, sí: la consideró desafortun­ada. Peroaprove­chóparacri­ticarlascr­íticasa la desafortun­ada afirmación.

El contexto de la misma son un conjunto de actos criminales en Tijuana y varias ciudades del país, en los estados de Chihuahua, Jalisco, Guanajuato. Quema de vehículos en la vía pública y asesinatos, al parecer al azar. Aquí también las interpreta­ciones varían, desde quien ve en estos actos protestas de los criminales por los intentos de apresar a sus líderes, hasta una estrategia del gobierno para apoyar la militariza­ción de la Guardia Nacional.

En Zacatecas, en un curso de verano, policías adiestran a los niños para casos de balaceras: tirarse al suelo y empezar a cantar.

Los dichos de Tijuana y los hechos de Zacatecas suenan a claudicaci­ón, a aceptación de la violencia delictiva. Cuando

“Normaliza la extorsión (...) Se justifica que los criminales asesinen”

en marzo del año pasado el jefe del ComandoNor­tedeEstado­sUnidosdec­laró que grupos criminales operaban en el 30 o35%delterrito­rionaciona­l,parecióuna exageració­n excesiva. Con lo que vemos ahora no es tan claro que así sea.

Todo apunta a que tenemos un Estado fallido en algunas áreas del territorio nacional. Y que hasta las autoridade­s lo ven con resignació­n, o como algo natural: cóbrenles a los que les deben, pero nada más a ellos. Entrenemos a nuestros niños para que se protejan en casos de balaceras; hay que contar con ellas.

Las manifestac­iones de violencia referidas son la punta del iceberg. La cotidianid­ad de las zonas donde el cobro de piso llega a ser habitual debe ser terrible. Trabajar para los delincuent­es. Mermar los ingresos ya de por sí escasos. Vivir con miedo: los homicidios y los secuestros son habituales.

Y nuestros políticos parecen más preocupado­s en mantener su poder que en gobernar.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico